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El artista visual mexicano Federico Silva será reconocido el próximo 8 de octubre con la Medalla Bellas Artes 2016, la máxima condecoración que entrega el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Entrevistado por la institución en su casa de estudio en Tlaxcala, sobre el reconocimiento que recibirá en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Silva comentó que "el arte es la totalidad, un esfuerzo del que nunca estoy satisfecho, del que siempre estoy aprendiendo".
"El arte no se llega a conocer, y eso es lo que me mantiene joven y activo, porque voy tras algo que nunca encontraré, a mi edad, y en mis condiciones, diario pinto con gran soltura, sin ninguna limitación y sin pensar en tener un determinado éxito o vender lo que hago. Ni siquiera en ser alabado por la crítica", indicó.
De igual forma, expresó que la pintura, la escultura y la escritura "son tres hermanas relacionadas que tienen fondos en común, que son la rebeldía, el descubrimiento y el aprendizaje. Cada día que despierto se me crea este pensamiento: ¿qué es lo nuevo?".
"Mi vida es la pintura. La escultura es una aventura muy compleja y difícil, peligrosa, cara e implica un esfuerzo muy grande. En la pintura estoy conmigo nada más. Los años te llevan a esa soledad, complementada por tu historia, pasado y necesidad vital. Pintar es indispensable para mí ahora, como lo fue anteriormente la escultura", afirmó Silva.
Aseveró que es "un artista de México. Asumí el compromiso de establecer un vínculo de mi obra con el pueblo, con la gente, no con el conocedor que, por lo general, es el que menos sabe. Yo no puedo confiar más que en mis recursos, fuerza y voluntad".
"Siempre pensé en México y lo que representa ser parte de un proceso cultural que estructura una nación. Mi papel como artista es estar inmerso en esa corriente y eso me llena de satisfacción. Nunca he creído en las alabanzas del crítico de arte. México es, para mí, todo. Desde chico, es la esencia de mi emoción más poderosa".
El autor de los libros La escultura y otros menesteres (1985), Viaje del nahual de Tonacacíhuatl (1989) y México por Tacuba. Relatos autobiográficos (2000), comentó que "nunca pensé en galerías ni en ir al extranjero para ser galardonado".
Recordó que "tuvo el privilegio de estar cerca de (David Alfaro) Siqueiros, un hombre generoso que me permitió trabajar en el Palacio de Bellas Artes con él", y quien le enseñó la técnica con la que trabajaba y la humildad del trabajo en el quehacer cotidiano.
En cuanto a la Medalla Bellas Artes, el artista dijo que nunca pensó ganarla. "Vi cuando se la entregaban a otros compañeros y nunca creí que me la fueran a otorgar. Yo viví en Bellas Artes. Conocí poetas, escultores, artistas. Esta medalla es una especie de reencuentro grato porque me acerca a algo con lo que ya estaba comprometido".
El artista visual Federico Silva creó obras como "Alux de la muerte", en la Plaza de las Tres Culturas; "Canto a un dios mineral", en el Palacio de Minería; el mural "Principio", en la cueva de Huites, en Sinaloa, así como monumentos en Aguascalientes, Puebla y Tlaxcala, entre otros estados.
nrv