La Galería Real de Pinturas Mauritshuis de La Haya reúne en una exposición rarezas de maestros holandeses del siglo de Oro, como pinturas de escenas cotidianas y domésticas que esconden mensajes provocativos y simbólicos en obras firmadas por Johannes Vermeer, Jan Steen, Gerrit Dou o Gerard ter Borch.

La muestra, que se nutre de la Colección Real Británica, despliega pequeñas pinturas de género "perfectamente conservadas y poco conocidas" que "muestran escenas cotidianas y domésticas a la vez que esconden mensajes provocativos y simbólicos", dijo uno de los comisarios de la exposición Quentin Buvelot.

Bajo el título "En casa, en Holanda: Vermeer y sus contemporáneos", la exhibición, que se inaugura el jueves y estará abierta hasta el 8 de enero de 2017, reúne 22 obras de una de las colecciones reales que todavía se mantiene intacta en Europa y una de las más importantes del mundo, que cuenta con más de 8 mil obras.

La pieza más representativa de la exposición es Lección de Música, una pintura de las 36 que se conservan de Vermeer, y en la que aparecen una mujer de espaldas y un hombre junto a un virginal, una especie de clavicémbalo pero con un solo teclado a lo largo del instrumento.

Otra de las obras destacadas es Mujer en el lavabo, de Jan Steen, que representa a una mujer joven justo en el momento en que se está quitando el calcetín "a juzgar por las marcas que vemos en su pantorrilla", explicó el comisario.

"Ambas piezas pueden ser entendidas en un contexto amoroso a partir de los objetos que acompañan a los personajes y que están vinculados a los placeres físicos", añadió.

Buvelot confiere a los maestros expuestos una atractivo sin parangón entre el público, hasta el punto de haber desbancado al propio Rembrandt.

"Hace unos años el público visitaba el Mauritshuis para ver a Rembrandt, y hoy creo que viene más para ver a Vermeer, y en concreto La joven de la perla, dado la fama de los últimos años, así que incluir esta pieza en la exposición es un logro", argumentó Buvelot.

Además de las obras cedidas por Gran Bretaña, completa la muestra un guiño pictórico de la colección del Mauritshuis, una pieza de Gerrit Dou, La madre joven, que formó parte de la colección real británica hasta alrededor de 1700, cuando el rey Guillermo III la devolvió a Holanda.

La pintura, realizada en 1658 muestra una escena interior, como era habitual en el maestro de Leiden, donde una madre supuestamente primeriza está cosiendo mientras la criada atiende al recién nacido.

La relación entre la colección británica y la holandesa "viene de lejos" y se remonta al rey Guillermo III de Inglaterra y estatúder de los Países Bajos, quien poco después de su coronación en 1689 devolvió muchas obras de artistas holandeses a los Países Bajos.

De hecho algunas "pinturas que fueron devueltas desde Londres forman el núcleo de la colección de Mauritshuis que, aunque no son muchas, alrededor de las 20 pinturas en total, son piezas realmente importantes", explicó el experto en pintura flamenca.

La selección de entre las más de 300 obras de artistas holandeses incluidas en la colección real británica se ha llevado a cabo con la colaboración del comisario de la colección de la Corona Británica, Desmond Shawe-Taylor, a lo largo de más de cuatro años.

"Aunque la idea al principio era seleccionar otro tipo de pinturas más consagradas, decidimos escoger este tipo de pinturas de género porque son difíciles de ver", señaló el historiador.

Joyas prácticamente desconocidas que se encuentran expuestas en diferentes localizaciones como el Palacio de Buckingham en Londres y el Castillo de Windsor, pero también estancias privadas de difícil acceso para el público en general.

sc

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