El Museo Nacional de Arte, en la Ciudad de México, presentó ayer su Gliptoteca, el primer espacio escultórico del recinto, con la exposición "De la piedra al barro. Escultura mexicana. Siglos XIX y XX", informó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
El espacio, habilitado como parte de la renovación del recorrido permanente del Museo, pretende exhibir la escultura como obra central, no solo decorativa, con trabajos de Manuel Tolsá, José María Labastida, Manuel Vilar, Gabriel Guerra, Jesús Contreras, Oliverio Martínez, Rómulo Rozo y Francisco Arturo Marín, entre muchos otros.
El INBA indicó en un boletín que la sala escultórica cuenta con 70 piezas de yeso, mármol, bronce y madera, que podrán ser visitadas a partir del 18 de agosto.
La directora del INBA, María Cristina García Cepeda, aseguró que la Gliptoteca preserva la memoria cultural de México y reconoce el legado de sus más grandes y entrañables artistas.
En general, "el público va a descubrir la trayectoria de los hitos y nexos del pasado de la escultura, y apreciará el valor de la escultura contemporánea", aseguró.
La muestra "De la piedra al barro" no solo expone esculturas, pues está complementada con bocetos, estudios y óleos como el de Los Reyes Magos, de Ángel Zárraga.
Entre los temas escultóricos destacan los grecolatinos y neoclásicos, escenas costumbristas, escultura nacionalista, temas posrevolucionarios y desnudos.
También se exhibe la maqueta en bronce de la Estatua Ecuestre de Carlos IV, de Manuel Tolsá, icónica obra que se sitúa a las afueras del Museo y que actualmente encuentra en restauración.
La titular del INBA dijo también que el público tendrá la oportunidad de conocer la restauración a las salas del Museo, un trabajo que abarcó más de mil 100 metros cuadrados y comenzó desde 2014.
En la presentación Cepeda estuvo acompañada de Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Visuales del INBA; Agustín Arteaga, director del Museo, y Víctor Rodríguez Rangel, curador de la exposición.
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