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Ai Weiwei (Pekin, 1957), considerado uno de los más grandes artistas contemporáneos del momento, está en la Ciudad de México y, durante su segundo día de visita, “sobrevivió” al barrio de Tepito, de donde tuvo que salir escoltado por elementos de seguridad.
En su cuenta de Instagram, Weiwei compartió decenas de fotografías con aspectos de la capital. Escenas que para un habitante de la gran urbe son cotidianas pero que él retrató con ojos de asombro. Los coloridos vestidos, los discos y cigarros pirata, la gente, los vendedores y las avenidas con sus automóviles y rosados taxis.
El artista chino conocido por su producción de arte conceptual y performance, pero también por su activismo político que ha desafiado al poder y ha trastocado el uso de los objetos, está acompañado por su esposa e hijo, quienes también aparecen en las imágenes que ha compartido en la red social.
Además le acompaña Nicolai Frahm, un coleccionista danés afincado en Londres, interesado por el arte de la posguerra.
Frahm también compartió algunas imágenes del artista que ha sido un crítico del gobierno chino y ha cuestionado su corrupción, su postura ante los derechos humanos y la democracia.
De acuerdo con lo publicado por el coleccionista danés, los locatarios y gente que se encontraba en Tepito comenzaron a gritarles: “¿Esos chinos y gringos qué carajos hacen aquí?”
En diversas fotografías en donde se ve a Weiwei acompañado por elementos de seguridad, Frahm insiste en que se encontraban en una de las zonas más peligrosas de la Ciudad de México y que es en Tepito en donde se comercializan no sólo drogas y armas, también mercancía pirata.
Los seguidores de la cuenta del artista, varios de ellos mexicanos, le dieron la bienvenida al disidente chino e incluso le pidieron que se cuide.
Weiwei se interesó básicamente en la vida cotidiana de la ciudad, bebió tequila y se sintió particularmente atraído por los puestos de venta de la zona y por la imagen de los policías.
Actualmente, Weiwei expone en un museo de Grecia, con el apoyo de Frahm. Su obra está marcada por la rápida transformación que ha vivido China desde hace tres décadas.
A lo largo de su vida ha estado cercano a proyectos vanguardistas, esa búsqueda lo llevó a vivir en Estados Unidos entre 1981 y 1993, luego regresó a China, donde comenzó una cadena de actividades a favor de los refugiados, los derechos humanos y contra el régimen chino que lo llevó a la cárcel en 2011, donde vivió un arresto de 81 días.
En 2014, en el marco de los 50 años del Museo Nacional de Antropología, Ai Weiwei expuso por primera vez en México su obra Círculo de Animales/Cabezas del Zodiaco, compuesta por 12 piezas de bronce con un peso aproximado de 350 kilogramos, y cada una remitía a las figuras que formaban parte de los jardines de Yuan Ming Yuan antes de ser saqueados por los franceses durante la Segunda Guerra del Opio en 1860.