Pablo Picasso pintó Sueño y mentira de Franco en 1937. Para entonces ya se encontraba lejos de España, donde la guerra civil había estallado un año antes. En aquella serie de grabados, el artista plasmó su condena contra el golpe de estado del militar Francisco Franco.

Pero, en lugar de denunciar la ilegalidad del régimen, optó por ridiculizar y exponer el sufrimiento de las personas en una serie de 18 escenas. De acuerdo a una nota de El Mundo, estas obras -realizadas por Picasso en el mismo año que su célebre Guernica- saldrán a subasta a través de la casa Christies.

De hecho, esta icónica pieza "es una de las pinturas antiguerra más poderosas de la historia", detalla el diario español. Los grabados le precedieron, pues tienen el mismo fondo anímico. En ellos, Franco aparece como un caballero medieval, y retrata la brutalidad de su gobierno y la desesperación de las personas.

"Picasso era intensamente consciente del sufrimiento del pueblo español, que se representa a través de figuras dramáticas", dijo al diario Lucía Tro Santafé, especialista en grabados.

El artista imprimió las obras en Francia pues tenía planeado venderlas como tarjetas postales y donar lo recaudado a los opositores de Franco.

Sueño y mentira de Franco saldrán a la venta junto con trabajos de Dalí, Miró, Chillida y Tàpies, con un precio de salida de mil dólares.

sc

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