El escritor francés Michel Houellebecq presentó hoy su megaexposición "Rester vivant" (Seguir vivo), con la que a partir del 22 de junio ocupará 2 mil metros cuadrados del Palais de Tokyo de París para introducir de lleno al visitante en su particular universo y en su concepción del mundo y de la vida.
El también fotógrafo, realizador, poeta, actor y ahora autor de instalaciones estuvo acompañado en el acto por el presidente del museo, Jean de Loisy, comisario de la muestra junto con su esposa, la editora Karen de Loisy.
"Rester vivant" es uno de los ocho eventos de la próxima temporada artística del Palacio de Tokio, "Happy Sapiens", que hasta el 11 de septiembre reunirá el trabajo de artistas como la argentina Mika Rottenberg (1976), la francesa Marguerite Humeau (1986) y la filipina Patricia Pérez Eustaquio (1977).
El autor de "Sumisión" y "La partículas elementales" tuvo carta blanca para montar su exposición, que ideó y concibió enteramente y en la que invitó a acompañarle a varios creadores, entre ellos el pintor Robert Combas, el modisto y artista plástico Maurice Renoma y el cantante de rock punk Iggy Pop.
El autor dio al inicio de su recorrido un contenido sonoro antes de afrontar las primeras imágenes, de espacios periurbanos que conllevan cierta "noción de peligro", aunque "un peligro calmado pronto por la sala dos se dedica a la vida ordinaria", adelantó.
Una serie de fotografías "que se pueden calificar de poéticas", y un espacio "netamente social" dedicado al turismo, "un mundo que conozco bien y sobre el que -recordó- escribí un libro", prolongarán las primeras etapas del periplo.
Houellebecq (La Reunión, 1958) precisó que la visión que quiso plasmar también en sus fotos ampliadas de parques de animales y otras instalaciones turísticas, sin estar exenta de humor, es ante todo neutra y exenta de juicio.
"Siempre pensé que iba a ser objetivo, que si se quiere criticar el mundo porque se piensa mal de él, basta con describirlo de manera objetiva, sin caer en la burla", resumió.
"Fotos clásicas de paisajes en Francia y en España", lecturas de sus poemas -hechas por él mismo o por cantantes que se interesaron en ellos-, "imágenes sobre el peligro vegetal", como "esos jardines donde se tiene la impresión de que no se saldrá jamás" y fotos "de mujeres más bien desnudas" componen otras secciones del proyecto.
El video ocupará un lugar importante en las salas previstas por el escritor, que encadenó cigarrillo tras cigarrillo, pidió no ser fotografiado y explicó el título de la muestra, aunque pudiese parecer pretencioso, porque "somos mejor que el mundo que quiere destruirnos", para "demostrarle que se equivoca si lo intenta".
La sala número 15 "es completamente autobiográfica, es mi perro, Clément", dijo Houellebecq antes de que se proyectase un diaporama inédito con música de Iggy Pop sobre su amado can, figura importante en algunas de sus novelas, fallecido en 2011, cuyas imágenes contempló de principio a fin con absoluta devoción.
"Figura del amor absoluto", del "amor verdadero", reflejo de "un mundo muy personal y muy íntimo", este diaporama "es para mí una obra esencial" que no se debe considerar ni extraña, ni banal ni marginal, sentenció De Loisy.
Destacó, igualmente, el profundo conocimiento de la historia de la imagen que posee el escritor, quien "siempre mantuvo una gran proximidad con el mundo del arte contemporáneo, desde sus inicios literarios, lo que le permitió abordar esta exposición desde la poesía.
"El mundo de los críticos de arte apareció muy pronto en sus textos, y en 'El mapa y el territorio' es el tema principal, mientras que en 'La proximidad de un isla' es igualmente importante", manifestó De Loisy, quien recalcó también el raro polifacético talento de esta "eminente personalidad del mundo literario".
rqm