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La pintura fue presentada como una obra de autor desconocido de la "Escuela Continental" europea, fechada en algún momento en el siglo XIX. Tenía un precio de venta estimado en entre 500 y 800 dólares cuando se subastó el año pasado en Nueva Jersey.
El marchante francés Bertrand Gautier pensó que el pequeño óleo sobre papel de tres figuras era más antiguo. Y pensó que sabía exactamente quién lo había pintado: el maestro holandés Rembrandt van Rijn.
Desafortunadamente para Gautier y su socio Bertrand Talabardon, otro comerciante de arte tuvo el mismo presentimiento. En unos pocos minutos de apuestas telefónicas, el precio se disparó y los propietarios de la galería en París pagaron un poco más de un millón de dólares, con la prima de la transacción.
El jueves la pintura, restaurada y ahora considerada un verdadero Rembrandt de 1624-1625, se exhibió con orgullo en la entrada del puesto de la galería en la prestigiosa feria de arte TEFAF en Maastricht, una ciudad en el sur de Holanda.
"Este es un descubrimiento extraordinario. De verdad que es absolutamente fascinante. Estos son los comienzos de Rembrandt, más o menos la primera pintura que pintara", dijo el profesor Christopher Brown, un experto en arte holandés de la Universidad de Oxford.
La obra habría sido pintada cuando Rembrandt tenía apenas 18 o 19 años, a principios de su carrera, cuando terminó su educación en Amsterdam y se mudó de vuelta a su pueblo natal de Leiden.
"El dibujo es un poco crudo, los colores son muy vivos", dijo Brown. "Es el comienzo, el absoluto comienzo".
La pintura es parte de una serie que representa los cinco sentidos. Ha sido titulada "El paciente inconsciente (sentido del olfato)" y muestra a una mujer sosteniendo un pañuelo, presumiblemente con sales aromáticas, bajo la nariz de un joven que se desmayó luego que un cirujano le efectuó una sangría.
Tres de las pinturas de los "sentidos" ya se conocían, y con el redescubrimiento de la del olfato, ahora solo falta la del "gusto".
Parte de la razón por la cual la pintura no fue identificada previamente como un Rembrandt fue un intento en el siglo XVIII de hacerla parecer más como... un Rembrandt, dijo Gautier.
"Sabían que era un a Rembrandt, pero pensaban que no se veía lo suficiente como un Rembrandt", explicó. Y en un esfuerzo por darle un poco más de drama a la iluminación, la agrandaron y la hicieron más oscura en las esquinas. "'Rembrandtizaron' lo que ya era un Rembrandt".
"Hoy podemos ver que esto es ridículo, pero cada era entiende a un artista a su propio modo", añadió. "Hoy, tenemos la buena fortuna de poder colocarla en su contexto histórico".
Tras adquirir la pintura en la subasta de Nueva Jersey y entusiasmar al mundo del arte con el prospecto de que un "nuevo" Rembrandt había aparecido, Gautier y Talabardon la mandaron a restaurar y la montaron en un marco que, cuando está cerrado muestra solo la parte del panel pintada por Rembrandt, y cuando está abierto muestra las adiciones que se hicieron a la obra.
La restauración arrojó otra sorpresa: la firma más temprana conocida de Rembrandt, un monograma con las letras "RF" o "RHF", que se cree son las iniciales de "Rembrandt Harmensz fecit", que quiere decir "hecho por Rembrandt". El nombre completo del artista es Rembrandt Harmenszoon van Rijn.
"Es bonito que el monograma esté ahí", dijo Brown. "Confirma lo que te dicen tus ojos".
Ernst van de Wetering, un renombrado experto en la obra de Rembrandt, dijo en una entrevista telefónica que no duda que se trate de un Rembrandt genuino y que sea parte de la serie sobre los sentidos.
La pintura fue ampliamente admirada el jueves en la inauguración por invitación de la feria, pero cualquier comprador potencial se habrá decepcionado: el Rembrandt fue adquirido por la colección privada Leiden en Nueva York, que ya posee dos de las otras pinturas de los sentidos. Gautier declinó decir por cuánto se vendió el cuadro.
rqm