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Yoko Ono llega a México con Tierra de Esperanza, una selección de sus obras que versa sobre la guerra, la paz, la violencia, el género o el poder de los pequeños actos y que busca despertar conciencias a fin de construir un mejor país, señaló la artista japonesa.
“Tierra de Esperanza es una tierra que todavía no se ha construido. Por favor, lleva tu corazón a esta Tierra de Esperanza para hacer de este un país bonito y esperanzado”, destacó la viuda de John Lennon, en una rueda de prensa en la Ciudad de México.
“La necesidad de cambio no es exclusiva” de México, pues la “esperanza” se necesita en todo del mundo y puede iniciar desde la familia, dijo.
Aunque entusiasmada por la muestra que abrirá hoy, Ono afirmó que no “tiene expectativas” sobre la respuesta que tendrán los espectadores a la misma. “Muchos políticos intentan hacer algo grande, pero normalmente fracasan. Los pequeños esfuerzos son más importantes que los grandes planteamientos”, expuso.
Yoko Ono (Tokio, 1933) apareció vestida de negro, con un sombrero de cinta blanca, gafas de sol negras con brillantes y un gran anillo de plata.
La artista también habló de su percepción sobre el feminismo y el rol de la mujer. Dijo que el “poder de la mujer es la inteligencia”, y que debe utilizarla para cambiar las situaciones en su beneficio.
Mencionó a la violencia machista y animó a las mujeres a “hacer cosas” que agraden a los hombres, pues lo que se debe hacer “es tratar de comprender al otro y ver qué hay detrás de esa violencia, para poder ayudarlo”.
Esos pensamientos se explican mucho mejor a través de la muestra Tierra de Esperanza, que se podrá visitar desde hoy y hasta el 29 de mayo en el Museo Memoria y Tolerancia, que recoge 16 piezas icónicas de Ono.
“Son piezas de 50 años de su trayectoria, es una retrospectiva muy vinculada a mostrar su trabajo en la línea del activismo”, destacó la directora de Exposiciones Temporales del Museo, Linda Atach.
Destaca Pieza de corte (1964), una proyección en vídeo en la que Ono es despojada de su ropa mientras permanece inmóvil y analiza las herramientas de defensa de la mujer, y la sociedad, ante una agresión.
También se expone la emblemática Pintura del Techo o el ‘Sí’ Pintura (1966) y Teléfono en asombro (1971), un laberinto de cristales con un teléfono blanco en el centro, del que solo Ono tiene el número y al que llamará periódicamente y sin avisar.
Este hecho prueba la implicación de la artista en esta exhibición, en la que algunas de las piezas fueron “adecuadas al discurso local y al contexto”. Es el caso de Imagina la Paz, Pieza de Mapas (2003), que el museo adaptó a México incluyendo regiones violentas como Veracruz, Guerrero, Ciudad Juárez o el Estado de México. “Ella estaba interesada en entender el estado de los 43 estudiantes de Ayotzinapa”, explicó Atach.
Esta pieza se completará con la interacción del visitante, quien estampará con sellos el mensaje “Imagina la paz” en el sitio del mapa que elijan.
Sobresale el proyecto Resurgiendo, una convocatoria, aún abierta, que invita a mujeres a contar en letras su testimonio y acompañarlo de una imagen de sus ojos para que ambos sean impresos y colgados en el recinto.
Tierra de Esperanza, que forma parte de Proyecto Paradiso de la Comisión de Cultura Arzobispado de México, tendrá actividades también en espacios públicos, como el Bosque de Chapultepec y paradas de autobuses, y la siembra de Árboles de los Deseos en el parque Cuitláhuac.
La muestra de Yoko Ono en la Ciudad de México cuenta con el patrocinio de Stella Artois.
