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Desde muy pequeña Patti Smith ya sabía que iba a ser artista. “Incluso soñaba con conocer a otro artista y ser de ayuda para el trabajo (artístico) de los demás”, escribió la poeta y “madrina del punk” para la revista Smithsonian.
En dicho texto, Smith relata que al cumplir los 16 años recibió como regalo de su madre “La fabulosa vida de Diego Rivera”, una biografía de Bertram David Wolfe que le permitió entrar por primera vez a la vida del artista mexicano y, por rigor, en la de Frida Kahlo, quien influyó rotundamente en el encauzamiento de su vocación.
“Ese libro era perfecto. Todas las relaciones que Diego Rivera eran muy interesantes, pero la de Frida Kahlo fue la más sólida y duradera. La amé”, escribió la cantante en un ensayo donde detalla las influencias de arte, apariencia y pasión que le confirió la artista mexicana a través de su relación con el muralista.
“Fui conquistada por su belleza, su sufrimiento y su trabajo”, revela una autora de “Horses” que gracias a Frida aprendió a trenzarse los largos cabellos negros de manera diferente y comenzó a usar sobreros de paja como lo hacía Diego.
“En cierta manera, fueron mi modelo a seguir (…). Siempre volvieron el uno al otro a través de su trabajo. Se perdieron uno sin otro (…)”, se refirió la poeta sobre el vínculo estrecho de ambos artistas. “La última obra que Frida pintó en su vida fueron sandías y al final de su vida, Diego también pintó sandías”.
En la intimidad de Frida
Patti Smith relata que durante una visita a la Ciudad de México en 2012 tuvo la oportunidad de visitar la Casa Azul en Coyoacán, donde fue testigo del espacio que compartieron estos icónicos amantes. El lugar donde dormían, donde trabajaban, las muletas y botellas de medicina de Kahlo, o las mariposas montadas sobre la cama donde estuvo postrada por largos periodos.
"Vi las calles en las que caminaban y los parque en los que se sentaron (…). Toqué sus vestidos, sus corsés de cuero. Vi los viejos overoles y tirantes de Diego, y sentí su presencia”, relata Smith.
Pero la icónica artista de punk acepta que tampoco los ve como modelos de comportamiento. “Ahora como adulta, entiendo tanto sus puntos de fortaleza y debilidades. Frida nunca pudo tener hijos. Cuando tienes un bebé debes renunciar a tu egocentrismo, pero ellos fueron capaces de actuar como niños malcriados el uno con el otro durante toda su vida. Si hubieran tenido hijos, su curso se habría alterado”, sentencia.
rqm