El artista y activista chino Ai Weiwei expresó hoy en Berlín su sorpresa por la negativa de la compañía danesa Lego a suministrarle piezas para un proyecto en Australia, pero se mostró convencido de que la obra se podrá realizar gracias a donaciones particulares de esos famosos ladrillos.
"Me quedé bastante sorprendido, porque se trataba de un pedido muy respetable", declaró el artista en la capital alemana, donde ofreció una rueda de prensa antes de comenzar a ejercer como profesor invitado de la Universidad de las Artes por un periodo de tres años.
Según explicó, gracias a la iniciativa lanzada por internet para donar ladrillos de Lego logrará reunir el número necesario de piezas para poder realizar su proyecto "tal y como quería".
"En este caso, internet ha resultado ser algo así como una iglesia moderna. Vas a la iglesia y le lloras tus penas al cura y todos en la comunidad pueden solidarizarse y quizás hallar una solución", bromeó.
Previamente Ai había acusado a Lego a través de las redes sociales de "censura y discriminación" al negarse a venderle piezas para una exposición que tenía prevista en Melbourne (Australia) en base a la "naturaleza política" del trabajo.
En un correo enviado a la galería australiana, el grupo Lego señalaba que sus juguetes no podían ser utilizados en ningún proyecto que contenga declaraciones políticas, religiosas, racistas, obscenas o difamatorias.
El proyecto del artista en Melbourne, en el marco de la exposición "Andy Warhol / Ai Weiwei", consiste en una treintena de retratos con piezas de Lego de activistas australianos que han luchado por los derechos civiles.
cvtp