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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Oaxaca.— A Rogelio Naranjo lo aquejan dudas. Atraviesa un “plan muy negativo”, de sentir que quizás pronto llegue el tiempo de despedirse del dibujo; pero luego es optimista y piensa que aún tiene diez o 15 años de dibujos aunque ya no con la misma maestría de su esplendor.
“Por naturaleza soy muy tímido y ante cada nueva responsabilidad siento que ya no voy a poder, a veces siento que me queda muy poco tiempo para seguir dibujando, aparte de la edad, 77, de repente digo ‘ya con eso, ya estuvo suave’. Pero aún voy a lo seguro, a lo que yo sé hacer y digo: ‘A ver qué sale en los próximos cinco o seis meses’”, afirma el caricaturista de EL UNIVERSAL.
Previo al homenaje que hoy le rinde la Feria Internacional del Libro de Oaxaca 2015, el “monero” mayor, maestro de generaciones de caricaturistas, dijo en entrevista que seguirá hasta donde pueda. “Todavía pienso optimista que puedo dar otros años, pero depende de que la diabetes no avance, de que la vista lo permita”.
Juan Villoro, Alejandro Magallanes, Darío Castillejos y Ericka Martínez, participan en el homenaje múltiple; además de las palabras, Almadía y la FILo han editado Funerales preventivos. Fábulas y retratos, de Naranjo con Juan Villoro, casi como la mancuerna que tuvo con Carlos Monsiváis; y dos exposiciones: Naranjo. Vivir en la raya y A tí te hablo. 100 caricaturas de Rogelio Naranjo.
Naranjo habló de censura, de libertad de expresión, de la crítica, dijo que los cartonistas tienen “cero relación” con el gobierno de Enrique Peña Nieto y que él ni ninguno de sus colegas se siente perseguido y a pesar de que su trabajo es de mucha responsabilidad no pierden los estribos.
Habló de ser mentor: “No sé si tengo vocación de maestro, ya no sé ni qué decirles, siento que antes trabajaba sin compromisos, sin querer quedar bien con nadie, sólo dibujaba para mí”, pero ahora todos esperan cartones muy buenos, “me siento un poquito acomplejado, no puedo decirles que ya se olviden de eso. Que eso ya se acabó”; sin embargo agrega: “pero la mala leche, esa no se acaba. Seguiré buscando la manera de reírme y de que la gente se ría de las estupideces del gobierno”.