Dos estatuas de madera de más de 70 centímetros de querubines parados sobre un pie podrían ser creación del maestro renacentista Donato di Niccoló di Betto Bardi, mejor conocido como Donatello.

La sugerencia vino del comerciante de arte y erudito del Renacimiento Andrew Butterfield, quien supo de una de estas piezas a través de una fotografía y se sintió interesado en ella a tal grado que se la pudo comprar al mercante de arte en Turín, Giancarlo Gallino, en 2012 por una suma no revelada.

Una vez en su posesión, Butterfield se determinó a indagar en la procedencia de la pieza y comenzó a sospechar que fue creada en una etapa temprana del Renacimiento por el artista florentino.

La otra obra casi idéntica de este querubín se encuentra bajo resguardo del Museo de Bellas Artes de Boston y fue adjudicada a Donatello antes de la década de los 60 del siglo pasado, hasta que un curador del recinto desdeñó esta atribución, que ha vuelto a tomar fuerza tras las sospechas sobre su similar en manos de Andrew Butterfield.

Investigadores sugieren que ambas piezas son originales del nacido en 1386 y se fundamentan, entre otras cosas, en las similitudes que tienen con las obras reconocidas del maestro; además la forma en que las piernas de los jóvenes tienen el arqueado característico en los pies de las obras de Donatello.

Una de las voces de prestigio que se arriesgan a darle la atribución es Eike Schmidt, experto alemán en arte florentino y director de la Galería Uffizi en Florencia, quien aseveró a que este es “un caso muy sólido”.

Otro experto que se suma con cierta certeza es Francesco Caglioti, uno de los estudiosos de Donatello más prominentes en el mundo, quien se fundamentó en la postura de la figura, el estilo de las alas -que han desaparecido casi por completo de ambas piezas- y el peculiar tallado.

“Creo con seguridad que podemos atribuir a Donatello no solo la invención y el diseño, sino también la responsabilidad de la ejecución”, dijo el especialista al medio neoyorquino.

De serle atribuida al artista florentino, la obra, que se exhibirá el 30 octubre en la galería Moretti Fine Art de Nueva York, podría elevar su costo súbitamente. La última pieza adjudicada al italiano que se expuso al mercado fue el relieve en terracota “La virgen y el niño”, cuya atribución fue muy cuestionada por expertos del arte pero logró venderse en 2008 por la casa Sotheby's en unos 5.6 millones de dólares.

rqm

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