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Diversos objetos que conforman la obra del artista japonés Takashi Murakami serán exhibidos por primera vez en enero en el Museo de Arte de Yokohama. La exhibición tendrá elementos de la vida diaria, desde jarros de cerveza y antigüedades, hasta figuras de fantasía.
"Gran parte de la colección se ve como basura", dice Murakami. Sin embargo, la muestra alberga cerca de mil obras representativas del arte contemporáneo, como la pieza Merkaba (2010) de Anselm Kiefer, un fragmento de fuselaje de avión encerrado en una vitrina de cristal y acero.
La primera vez que Murakami vio la obra fue en la Gagosian Gallery de Nueva York en 2010. En un principio, el artista estuvo reacio a comprarla, pero luego de que se le ofreciera a su galería Gagosian poder pagarla a plazos decidió adquiría.
Dicha obra inició la estrecha relación que Murakami sostiene con el arte de Kiefer, a quien describe como "el símbolo de mi ser artista". Su primer acercamiento al artista alemán Anselm Kiefer fue a través de un "imitador japonés" llamado Shinro Ohtake.
"Después de ver una exposición de la obra de Ohtake en Japón, me convertí en un artista contemporáneo, pero luego me di cuenta de que él estaba imitando a Kiefer. Así que toda mi vida se había basado en un malentendido", platico Murakami a TheArtNewspaper.
Cuando en 1998, en el MoMa de Nueva York, Murakami tuvo la oportunidad de conocer al fin una obra original de su artista predilecto, rompió en llanto. "El trabajo era 'Osiris e Isis' (1985-1987), una pintura de una pirámide escalonada, y yo estaba asombrado", compartió el artista.
Murakami, a menudo apodado como "el Andy Warhol japonés" por el paralelismo encontrado en las obras de ambos artistas por la utilización de colores brillantes, lienzos e inspiración en la cultura de masas, piensa que tal comparación no es del todo acertada.
Entre las piezas que serán exhibidas del artista japonés, se encuentran esculturas "pop" de dibujos animados de su colega Yoshitomo Nara; obras del artista alemán Friedrich Kunath y manipulaciones Op-Art de la bandera japonesa, como Canario amarillo y Mariposa rojo carmesí 823 (2008) del artista estadounidense Mark Grotjahn.
Murakami también posee pinturas de tinta por el artista japonés del siglo XVIII, Shohaku, también conocido como Soga, que trabajaba con un estilo anterior al de su propio período Edo, y un gran grupo de obras con cerámica por Kitaoji Rosanjin (siglo XX) al igual que trabajos suyos de caligrafía, pintura y laca.
Murakami comenzó la adquisición de todas sus obras desde que era estudiante, unos 30 años atrás. La primera obra que compró fue Autorretrato con el cráneo (1982) del artista alemán Horst Janssen.
"Cuando yo estaba estudiando, tuvo trabajos de medio tiempo que me permitieron tener dinero para comprar arte. Pero una vez que empecé a trabajar en serio como artista, no tenía dinero, así que dejé de comprar", finaliza.
La colección de Murakami comenzó seriamente hace 10 años y comprende más de mil obras almacenadas, sin contar las que están actualmente en progreso. Todas ellas serán exhibidas en el Museo de Arte de Yokohama el próximo 30 de enero del 2016 y hasta el 3 de abril de 2016.
adm/rqm