Un total de 75 imágenes de las décadas más productivas de la fotógrafa Lola Álvarez Bravo (1907-1993), se presentará a partir del 2 de junio en la XVIII edición del Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales "PhotoEspaña".
Así lo dio a conocer Mauricio Maille, director de artes visuales de Fundación Televisa, quien comentó que se trata de la primera vez que se presenta en España una exposición de la fotógrafa mexicana, figura clave junto con Tina Modotti, Frida Kahlo, Diego Rivera y su esposo Manuel Álvarez Bravo en el renacimiento artístico post-revolucionario de México.
De acuerdo con Maille, la exhibición abarca el periodo comprendido de 1940 a 1960, 20 años en los que Lola se consolidó como fotógrafa y en los que se mostrarán temas emblemáticos en su quehacer cotidiano.
Además de una serie dedicada a la moderna ciudad de México, otra a las exploraciones en el interior del país por diversas comunidades, así como otra serie de retratos de la comunidad cultural y artística de la época, como Diego Rivera, Frida Kahlo, Salvador Novo, María Izquierdo, entre otros.
"Se trata del periodo más prolífico de Lola; se encuentra en una edad en la que es sólida. Comenzó en los años 30, pero en los 40 ya está consolidado su dominio de la técnica fotográfica y le permite experimentar y con mucho más aliento poder generar un cuerpo sobresaliente de imágenes que reflejan un México muy particular y una mirada muy personal", señaló.
Maille comentó que con esta muestra curada por James Oles y que se presentará en la sala Picasso del Círculo de Bellas Artes hasta el 30 de agosto para seguir su itinerario por París a partir de septiembre, el visitante tendrá la oportunidad de conocer el extraordinario trabajo de esta artista, cuya obra ha despertado mucho interés en los últimos años.
Como parte de dicho festival, se presentará también el trabajo de la artista Ana Casas Broda (1965) titulado "Kinderwunsch", en el que a través de más de 80 imágenes explora los conceptos del cuerpo y la maternidad.
"Kinderwunsch" es un término alemán que hace referencia a la unión de las palabras ‘niño' y ‘deseos', al deseo de tener hijos y lograr un embarazo o de la infertilidad.
La muestra es resultado de un proceso de búsqueda de la identidad, del cuestionamiento de nociones como la infancia, el cuerpo, el desnudo, la sensualidad, la infertilidad, el afecto y el papel de la mujer en el intenso y determinante proceso de la maternidad.
"Se trata de un proyecto de siete años con gran dedicación y en el que la artista se enfrentó sin freno a las vicisitudes que conllevo la experiencia de la maternidad, la irrupción de un nuevo miembro en la familia, la transformación del cuerpo, la fragilidad de un proceso que significa dar a luz y sus posibles enfermedades", dijo Maille.
Refirió que el proceso se desarrolla en un espacio íntimo, en el hogar de la artista de la lente donde es testigo del crecimiento de sus hijos, lo cual plasma en fotos, en imágenes de vida cotidiana, en fotos que ella va transformando haciendo edificaciones en los distintos espacios de su casa.
"Un testimonio fotográfico y auténtico sobre las implicaciones de ser madre y no únicamente plasmándolo en el proceso del embarazo, sino también del desarrollo y de lo que significa la creación de una familia, la convivencia de dos seres.
"Ella plantea dinámicas fotográficas, en donde interactúa con ellos, se desnuda para enfrentarse a situaciones reveladoras que para el público pueden ser originales. Son imágenes en las cuales muestra la propia exploración que Ana hace a la transformación de su cuerpo, la exploración al desarrollo y crecimiento de sus hijos y lo que implica la interacción de una madre y un hijo", detalló.
Indicó que al haber sido un proyecto de interacción y varios años, le permitió a la artista contar con múltiples circunstancias y escenarios como enfermedades, momentos placenteros, lúdicos, entre otros.
"Es una inmersión muy profunda, al drama sin ser negativo del término de lo que implica ser madre", dijo Maille para quien esta pasión de Ana Casas Broda por retratar a sus hijos radica en que su trabajo está sustentado en una exploración hacia ella misma.
La muestra que se presentará en la sala Goya del Círculo de Bellas Artes del 2 de junio y hasta el 27 de septiembre, para luego viajar a París e inaugurarse en octubre, emplea diferentes formatos, lenguajes y soportes para articular un discurso a la vez visual y literario, con proyecciones, audio y secuencias que generan una experiencia tanto espacial como temporal.
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