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La Fiscalía de Varsovia abrió hoy una investigación sobre la obra de teatro La maldición, del director croata Oliver Frljic, después de las protestas que la consideran una ofensa a los valores católicos y un llamamiento al asesinato del líder del partido gobernante de Polonia, Jaroslaw Kaczynski.
En una de las polémicas escenas de la obra, que se representa en el teatro Powszechny de Varsovia, se sierra una cruz, y en otra aparece el papa Juan Pablo II, una figura profundamente respetada en Polonia, junto a un cartel donde se lee "El defensor de los pedófilos".
Desde el episcopado local se lamentó hoy el contenido de una representación considerada "blasfema" y "ofensiva", que se sirve de la excusa del arte para "burlarse" de símbolos importante para la mayoría de polacos.
Varias personas han protestado esta semana frente al teatro Powszechny, apoyadas por los sectores más conservadores de la sociedad, como la Fundación en Defensa de la Democracia, que afirmó hoy que la obra "rebasa todas las fronteras de lo aceptable".
"Esto no es un teatro, es un burdel" y "Esto no es arte, es una cloaca" son algunos de los lemas coreados por los manifestantes a las puertas del teatro.
El partido gobernante, el nacionalista y conservador Ley y Justicia, también ha criticado la representación y varios de sus dirigentes han pedido abiertamente que se retire la financiación al teatro Powszechny.
Algunos miembros del partido creen que la obra simula el asesinato del líder de su formación, Jaroslaw Kaczynski, e incluso acusan al teatro de haber hecho una colecta simbólica durante las representaciones para la muerte del político.
Beata Kempa, jefa del gabinete de la primera ministra de Polonia, Beata Szydlo, se sumó a la polémica al afirmar que "si hay evidencias de que la obra incite al odio, será necesario transmitir alto y claro que eso no está permitido en el país".
Al mismo tiempo, el instituto legal Ordo Iuris ha elevado una protesta ante el Consejo de Europa para denunciar que la representación es un llamamiento al odio.
Para Ordo Iuris, la obra es "un ataque a valores protegidos por la Constitución polaca, al buen gusto y a los derechos de los católicos" y "una interpretación razonable" de la misma "permite conectarla con un llamado al asesinato del líder del partido del Gobierno".
Desde la dirección del teatro se niegan estas acusaciones, especialmente la que se refiere a la simulación de la muerte de Kaczynski, y se recuerda que la obra explora la división entre Iglesia y Estado, y analiza la influencia de la religión en la sociedad.
nrv