El bailarín y coreógrafo japonés Taketeru Kudo, con el apoyo del Laboratorio Escénico Danza Teatro Ritual (LEDTR) dirigido por Eugenia Vargas, presentará por primera vez en México el espectáculo solista titulado Vessel of Ruins (Vasija de ruinas) hoy a las 20:00 horas en el Teatro de la Danza, del Centro Cultural del Bosque.

Kudo es considerado uno de los mayores exponentes de la danza butoh en el mundo. Su obra se ha caracterizado por la innovación y la distancia que ha marcado respecto a la danza tradicional japonesa.

De acuerdo con la crítica especializada, sus coreografías suelen estar cargadas de expresividad y sensualidad.

En conferencia de prensa, previo a la función, el bailarín sostuvo que los ejes de la danza butoh están marcados por las ruinas que dejó la posguerra. "Las ruinas son una metáfora del mundo moderno, no sólo en su paisaje, sino también en su raíz espiritual, en su cuerpo y sus palabras", dijo.

La idea de recuperar el origen es algo que Kudo considera compartido en todas las culturas del mundo que han atravesado la posguerra, incluida la mexicana. Considera también que el butoh es "sólo un movimiento más que invita a la recuperación de la vida original mediante el cuerpo".

"Mi intención no es hablar sólo el código de la danza butoh de Japón, deseo proponer un lenguaje global. No es sobre países, sino sobre la universalidad", señaló.

En ese sentido, afirmó que Vasija de ruinas "es una pieza que refleja una realidad donde todo ha sido quemado y destruido por el poder. ¿Cómo encontrar la salida del laberinto?", se preguntó el coreógrafo.

Taketeru Kudo fue alumno de Koichi Tamano, uno de los principales bailarines de Tatsumi Hijikata, creador de la danza butohka; no obstante, afirmó que "la mayor influencia de mis maestros de butoh es no imitar ni seguir su estilo, intento decirle algo al mundo desde el escenario, las respuestas las busco desde la realidad del teatro, no de la vida. Para mí, el trabajo artístico es lo más importante".

Dentro de la creación de toda la obra de Kudo es elemental el balance entre el silencio y la música. "En realidad no necesito música cuando bailo porque compongo la música con mi propio cuerpo, sin embargo, la ambientación musical es una conexión con la audiencia para hacer más accesible la comprensión filosófica de la pieza", señaló el bailarín.

Esta es la quinta visita de Kudo a México, además de la presentación de Vasija de ruinas, estrenada mundialmente en 2010, impartirá una serie de talleres con el Laboratorio Escénico Danza Teatro Ritual, hará una residencia artística con Danza UNAM y ofrecerá otro taller en la Facultad de Danza de la Universidad de Xalapa.

jpe/sc

 

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