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El coreógrafo y bailarín argentino Mario Galizzi fue designado por el INBA como nuevo director de la Compañía Nacional de Danza (CND) e iniciará sus funciones a partir del 15 de mayo.
A través de un comunicado, el INBA informó que la bailarina Elisa Carrillo, la directora de Fomento Artístico Cordobés, Martha Sahagún, y las maestras de la CND Tihui Gutiérrez y Clara Carranco, integraron el Comité de Evaluación que, tras analizar los seis proyectos sometidos a su consideración, propuso de manera unánime a Mario Galizzi como director.
Mario Galizzi, padre de la primera bailarina de la CND Agustina Galizzi, cuenta con 55 años de trayectoria en el mundo de la danza clásica, primero como intérprete y después como director artístico, asesor y maestro de distintas compañías.
En 2011, cuando asumió la dirección del Ballet del Teatro Argentino de La Plata, una compañía que antes de su llegada contaba con un repertorio tradicional, como ocurre con la Compañía Nacional de Danza, indicó que le interesaba ampliar el repertorio con obras de importantes coreógrafos como Mauro Bigonzetti, Angelin Preljocaj y Maurice Béjart, a quien, dijo, admiraba mucho.
“No gastemos dinero en el repertorio clásico, trayendo repositores de afuera, si podemos hacerlo nosotros mismos. Hay que invertir en coreógrafos actuales, con obras importantes. Y también habría que invertir en aquellos grandes maestros internacionales que podrían, en el caso, por ejemplo de una reposición de Lago de los cisnes, enseñar no los pasos sino el estilo”, dijo al diario Clarín sobre la compañía argentina.
Además aseguró que el gran problema de un teatro oficial es que si a la compañía de ballet se le dan pocos títulos en el año, y uno de ellos tiene que ser un ballet clásico, queda poco margen. “Por eso insisto en que es mejor hacer un gasto importante en un solo coreógrafo del exterior e ir familiarizando al público con nuevas perspectivas. Recuperar a ese público de ballet que se ha perdido”, dijo entonces sobre sus proyectos para Argentina.
Se solicitó una entrevista, así como detalles sobre su proyecto para la compañía mexicana, acéfala desde principios de febrero tras la renuncia de Laura Morelos —quien mantuvo una tensa relación con los bailarines, que la acusaron de abuso laboral— pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.
En su paso por México, Galizzi, a propósito del programa Ópera Prima en Movimiento, que se transmitía en Canal 22, dijo a los entonces jóvenes bailarines que “en el ballet también deben tener voz, no tienen que ser mudos”.
Formado artísticamente en los institutos Coreográfico de Rosario y Superior de Arte del Teatro Colón, Galizzi tuvo como maestros a Teresa Baltzer, Wasil Tupin, Amalia Lozano y Ekaterina de Galantha.
Fue integrante de los ballets del Teatro Argentino de La Plata y Contemporáneo del Teatro San Martín de Buenos Aires y, en Alemania, de la Compañía de Ballet de la Deutsche Oper am Rhein, además de haber sido solista de las óperas de Hannover y Frankfurt.
A su regreso a Argentina se incorporó al Ballet del Teatro Colón, del que fue bailarín, maestro, coreógrafo, director y asesor artístico. Con las diferentes compañías a las que ha pertenecido ha realizado giras por Latinoamérica, España, Francia, Inglaterra, Escocia, Austria, Polonia, Alemania y Bélgica, junto con destacadas figuras de la danza.
