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El Centro de Estudios de Historia de México Carso exhibe por primera vez al público algunas de sus joyas documentales en una exposición que conmemora los 50 años de ese acervo, en el Museo Soumaya de Plaza Loreto.
Documentos que dejan ver las firmas de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel; la Ordenanza de Cristóbal Colón, documentos firmados por Hernán Cortés durante su expedición en Honduras, el “Manifiesto al mundo” de Agustín de Iturbide que presenta manchas de su propia sangre; la Protesta de Fe de sor Juana Inés de la Cruz, documentos signados por el cura Miguel Hidalgo, otros referentes al Segundo Imperio Mexicano y hasta el Plan de Ayala de 1911 son algunas de los tesoros que se pueden ver en esta muestra inaugurada ayer por la noche en ese museo, ubicado al sur de la ciudad.
Los manuscritos, libros, fotografías, objetos diversos y algunos óleos que integran esta muestra conmemorativa permiten ver la riqueza que posee este acervo, considerado uno de los centros de estudio y documentación más importantes del país al contar con 700 fondos documentales. En ese centro hay “verdaderas joyas de nuestra historia, de la historia que nos constituye como nación”, expresó durante el evento de apertura la historiadora Patricia Galeana, directora del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).
La historiadora resaltó, entre otros documentos, la carta firmada por Miguel Hidalgo e Ignacio López Rayón, en la que el Padre de la Patria explica por qué no tomó la Ciudad de México. Una de las razones de mayor peso, recordó, fue porque no tenía las municiones suficientes para enfrentar a las fuerzas realistas.
A través de estos documentos, apuntó por su parte Manuel Ramos Medina, director del Centro de Estudios de Historia de México Carso, el público puede encontrar la historia de México.
Ese recorrido histórico, detalló el curador de la muestra Héctor Palhares, se remonta hasta Cristóbal Colón y los Reyes Católicos, pasando por la estructura de la vida novohispana con sus aspectos religiosos y civiles hasta la lucha por la independencia. También se puede ver “el capítulo entrañable del Segundo Imperio mexicano con Maximiliano y Carlota, hasta ese gran escenario de la Revolución Mexicana, donde hay documentos del maderismo, del zapatismo y de Venustiano Carranza”.
La muestra también contiene un apartado que incluye documentos e imágenes de personalidades que marcaron el ámbito cultural y popular del siglo pasado, como de la actriz Dolores del Río, el artista Roberto Montenegro y el escritor Salvador Novo. Llama la atención, por ejemplo, una carta que Frida Kahlo envía a Dolores del Río ofreciéndole disculpas porque no le ha podido pagar un préstamo.
En una de las últimas vitrinas de la exposición también se pueden ver algunos documentos provenientes del archivo de la recientemente fallecida crítica de arte Raquel Tibol. Se trata de uno de los últimos acervos adquiridos por el Centro y que ahora se pueden ver en esa exposición. Entre los documentos de este fondo destaca el manuscrito del Tercer Manifiesto del Grupo de los 30/30 – un movimiento conformado en 1928 por artistas contestatarios-, que enarbolaba la consigna de que “el arte es para el pueblo y nace del pueblo”.
slm
