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En los años 80 comenzó a gestarse un movimiento de danza contemporánea independiente, pero fue en 1985, tras el temblor del 19 de septiembre que transformó a la ciudad de México, cuando los bailarines no sólo salieron a las calles a ayudar a la sociedad que se estaba organizando, también salieron a bailar con la convicción de que el arte también salvaría la vida y el espíritu.
El cítico de danza Juan Hernández narra en el libro Barro Rojo Arte Escénico. La izquierda en la danza contemporánea mexicana cómo los intérpretes de Barro Rojo y de otras compañías como Contradanza, Utopía, Ala Vuelta y UX-Onodanza “tomaron las calles, las plazas públicas y los campamentos. Llegaron y bailaron en medio del dolor humano, entre los escombros se abrieron espacio para ofrecer un poco de alivio a la tragedia humana, en la que habían muerto miles de personas”.
Miguel Ángel Díaz recuerda aquellos días: “Los bailarines que formábamos parte de Contradanza que dirigía Cecilia Appleton participamos en todo lo que vino después del temblor. Apoyamos en la logística para ayudar a la gente, movimos piedras. El temblor no acabó ese día, después pasaron muchas cosas. Nos tuvimos que organizar para dar funciones en los albergues. La sociedad se organizó y nosotros también quisimos hacerlo, en 1986 ya contábamos con una asociación que se llamaba Danza Mexicana A.C. en la que se aglutinaban diferentes grupos. Así nacieron los encuentros callejeros de danza contemporánea”.
Y agrega: “Empezamos a bailar las obras que teníamos, no contábamos con obras que respondieran a una situación tan grave, pero elegimos las que consideramos más apropiadas para la gente que estaba destrozada porque había perdido a seres queridos y no tenían vivienda”.
En 1986 se realizó el Primer Encuentro Callejero de Danza Contemporánea que transformó el arte escénico y motivó la creación de importantes compañías como Asalto Diario, fundado por Miguel Ángel Díaz, cuyos esfuerzos fueron encaminados a la danza en las calles. “En esos años, en 1985 y 1986, nos dimos cuenta de la profundidad y la contundencia de la danza en la sociedad, por eso fundamos en 1987 la compañía Asalto Diario, nos salimos de los foros y creamos proyectos como Asaltos Urbanos y Asaltos coreográficos, queríamos irrumpir en la cotidianidad de la gente, invitarla a ver la realidad desde otra perspectiva”, recuerda.
“Con el tiempo, Contradanza creó una obra que se llamó Sacando maquinarias que hacía referencia a lo que pasó con las costureras y en los hospitales, pero también a la solidaridad que se veía entre la gente”.
El 20 de septiembre, a las 11:00, artistas y bailarines que participaron en los Encuentros Callejeros, se reunirán en Jalapa 213, colonia Roma para conmemorar el sismo de 1985.