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Los altos muros de dos salas del joven Museo Musas exhiben desde ayer la muestra Grandes Maestros. Obras de la Colección Carrillo Gil, que por primera vez sale de la ciudad de México hacia un museo de otra zona del país. Aunque obras de este acervo se han llevado a museos internacionales, casi no se conocen en México.
La noche de ayer fue la inauguración de la muestra que se espera sea una de las más visitadas en el Musas, dado que reúne obras de los tres grandes muralistas mexicanos: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, así como de Wolfgang Paalen. Los cuatro fueron, junto a Gunther Gerzso, los artistas que más quiso coleccionar el doctor Álvar Carrillo Gil, quien comenzó a adquirir arte en 1938. De los tres muralistas se ven obras de diversos periodos, técnicas y temáticas; de Paalen se aprecia un conjunto de grandes obras abstractas, con toda la fuerza y color que le identificaron.
Rubén Matiella, director del Museo de Arte de Sonora, Musas, señaló que quizás en la ciudad de México sea muy común tener una muestra de los tres grandes muralistas y que incluso muchos no la voltean a ver, pero que es muy relevante que ahora llegue a esta región del país.
Provenientes del Museo de Arte Carrillo Gil y con curaduría de Carlos Palacios, las 75 obras de la exposición son óleos, temples, grabados, litografías, dibujos y gouaches. Se han dispuesto en dos salas y se seleccionaron con base en dos temas: la pobreza y la miseria, y la feminidad. Pero también hay cuadros sobre escenas y figuras de la historia de México, autorretratos y retratos de personajes del mundo del arte, como Frida Kahlo y Dolores Olmedo.
Mujer verde, de 1916, uno de los ejemplos de la etapa cubista de Rivera, abre la primera sala de la exposición, y da cuenta de ese movimiento de vanguardia que exploró entonces el muralista. Más adelante están obras como La Chole, dibujo a lápiz de Orozco, que justo fue la pieza fundadora de la colección; a un lado se halla un dibujo de Francisco Gamoneda, librero que organizó la primera exposición de Orozco, en 1918.
En el segundo piso es el retrato que Siqueiros hizo de Carrillo Gil en 1951, el que recibe al visitante; a un lado de éste se lee la leyenda: “Primer estudio o croquis para un retrato” . En esta sala se encuentran trabajos de Orozco donde hay un juego con el movimiento, como “Ballet” y “Don Juan”. También allí, al fondo, está la selección de pinturas de Paalen.
América Juárez, jefa de Conservación y Archivo del Museo de Arte Carrillo Gil, encabezó con Matiella un recorrido por la exposición y explicó algunas de las obras, que habían sido expuestas en la ciudad de México, en 2014, al conmemorar los 40 años del Carrillo Gil. Comentó las historias, recursos, detalles de cada obra. Por ejemplo, contó, que aún cuando la denuncia era tema de pinturas de Siqueiros, el artista exploraba ahí mismo, con diversos recursos, el paisaje urbano, como se aprecia en el cuadro “Antenas estratosféricas”, una obra de gran riqueza plástica.
Grandes Maestros. Obras de la Colección Carrillo Gil permanecerá en exhibición hasta el 29 de septiembre, aunque se busca que puede continuar en el Musas hasta inicios de 2016.