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Estudiar en español se ha convertido en garantía de éxito para los estudiantes de cuatro escuelas con secciones bilingües en el competitivo mundo de la educación en la capital rusa.
"El que la sigue la consigue" es el lema del Colegio Cervantes, donde se estudia español desde 1973 y en cuyo escudo figura, como no podía ser de otra forma, una letra Ñ.
El Cervantes, al igual que el Pablo Neruda, el Rosalía de Castro y el Miguel Hernández, figura en el ránking entre los mejores colegios de Moscú, en algunos casos por delante de escuelas inglesas y francesas.
Lo que empezó hace 15 años como un experimento se ha convertido en un método académico contrastado que incluye seis horas lectivas de español en secundaria y la posibilidad de recibir la doble titulación del Bachillerato.
Para ello, deben estudiar durante ocho años en el marco del programa extraescolar que consta de cuatro horas a la semana de lengua y literatura, y geografía e historia impartidas por profesores españoles.
"Los formamos como líderes en el ámbito académico. Muchas puertas se les abren porque dominan el español a la perfección. Pueden ser ingenieros, diplomáticos o médicos, pero lo que les distingue de los demás es que hablan español", dijo en un perfecto castellano Irina Anúrova, directora del Cervantes.
Anúrova, quien cree que los resultados demuestran que el sistema puesto en marcha por el Ministerio de Educación de España funciona, es un producto de esta escuela, ya que se graduó en 1991.
"Aquí todo el espacio está impregnado de la cultura española. Enseñamos no sólo a hablar y a escribir en español, sino que inculcamos amor a España y a la cultura hispanohablante. Contagiamos a los chicos de nuestro entusiasmo y nuestra pasión por España", señaló.
Como ejemplo, el barcelonés Sergio está encantado de dar clases a niños rusos, ya que tienen un bagaje y un nivel altísimo, y además considera que es una buena opción para España, ya que predice que muchos de ellos acabarán por trabajar, viajar o hacer negocios en España.
Los estudiantes del último curso del bachillerato ruso están convencidos de que haber estudiado en español es una gran ventaja.
"El español es una lengua que ahora se habla en todo el mundo. No sólo en España, sino en América Latina y en Estados Unidos y si hablas español eres una persona multicultural, además de otros idiomas, y tienes buenas perspectivas de futuro", señala Daniel, ganador de la Olimpiada de español.
Daniel, que considera al Cervantes su "segunda casa", ha recibido ya una beca para estudiar Administración y Dirección de Empresas en España.
"El español me permite leer las obras de grandes escritores. A mí me enganchó Arturo Pérez Reverte con sus impresionantes artículos. Me gusta que no tiene miedo de criticar al poder", señala Vasili, quien reconoce que "a veces utilizan el español en lugares públicos para que nadie los entienda".
En el caso de Alejandra, tiene motivos de sobra para aprender la lengua castellana, ya que sus bisabuelos eran españoles que participaron en la Guerra Civil en el bando republicano y fueron evacuados a la URSS.
"Mi bisabuelo era vasco y mi bisabuela de Murcia. Mi abuela (Usatorre Cánovas) ya nació en la URSS y decidió que sería bueno que aprendiera la lengua castellana como ella", señaló orgullosa.
El hermano de la abuela de Alejandra fue el famoso futbolista hispano-soviético Juan Usatorre, que triunfó en el Dinamo Minsk en los años 60 del siglo XX e incluso fue diez veces internacional con la URSS y compartió vestuario con Lev Yashin, "la Araña Negra".
Pablo, profesor malagueño con larga experiencia de enseñanza de español en Rusia y en Europa del Este, destaca que los escolares rusos son "muy formales" y respetan más a los maestros, aunque le gustaría que sus clases formaran parte del currículum obligatorio.
"Moscú es muy competitiva. Todo está centralizado en la capital. Los ránking de los colegios, las notas y los idiomas son muy importantes. El Colegio Cervantes está muy bien considerado. Más allá de los idiomas, los padres apuntan a los niños porque tienen buenas referencias", apunta.
Con ocasión de la llegada de un nuevo embajador español, Ignacio Ybáñez, el Colegio Cervantes organizó una gala con actuaciones teatrales y musicales con "El Quijote" como hilo conductor.
Una de las estrellas de la gala fue Sabrina, una gitana de 14 años con un gran desparpajo que ya ha hecho sus pinitos en el teatro profesional.
"Me gusta mucho la cultura española porque soy gitana. Me gustó mucho España, ya que podemos hablar de nuestra cultura", comentó.
San Petersburgo también cuenta con un centro de enseñanza profundizada del español y el próximo en la lista será Rostov del Don.
sc