La necesidad de tener un ingreso extra llevó a los bisabuelos del artesano Hugo Mena a fabricar piñatas, con la fortuna de que en la actualidad esa actividad se ha convertido en un negocio redituable.

La elaboración de las piñatas está encabezada actualmente por don Manuel Mena y sus hijos Hugo e Iván, quienes a lo largo de 90 años se han dedicado a la fabricación y venta de piñatas en su local por los rumbos del Circuito Interior, en la Ciudad de México.

Los Mena relatan el proceso de elaboración y la evolución que la piñata mexicana ha tenido a los largo de los años y que los ha convertido en expertos en este arte.

"La familia Mena tiene 90 años haciendo piñatas, nosotros somos la cuarta generación y ya viene una quinta que son los sobrinos. Todo esto se originó de la idea que tuvo mi bisabuelo, que llegó de Tlaxcala a la Ciudad de México", comentó Hugo Mena.

Agregó que su bisabuelo pasó la batuta a su abuelo, "éste a mi padre, él a nosotros y ahora ya vienen los sobrinos preparándose para seguir la tradición", agregó.

Comentó que, al llegar a la capital, sus bisabuelos, en sus tiempos libres, se pusieron a hacer piñatas con el propósito de ganar un dinerito extra.

"Ellos hacían las piñatas tradicionales de aquellos años, que eran las estrellas de siete picos, los rábanos, zanahorias, flores, payasos y las comenzaron a hacer primero de carrizo y ollas de barro, ya con el tiempo cada generación le hemos ido implementando cosas y utilizando otros materiales, los cuales no han variado pues la base principal siempre ha sido el papel y el engrudo".

El joven artesano señaló que esta tradición no está en peligro de desaparecer, al contrario, ha tomado auge y lo único que ha tenido es que ha ido evolucionando.

"La piñata ha ido evolucionando en los materiales, en los terminados y en sus formas, pues las flores, las frutas y las estrellas no han desaparecido, sino que se han unido a ellos un sinfín de personajes y cualquier cosa que a la gente se le ocurra".

Respecto al proceso de hacer una piñata, a pesar de tanta tecnología, Hugo Mena comentó que toda la elaboración sigue siendo como antaño.

"Una piñata se hace artesanalmente al ciento por ciento, aquí no hay máquinas ni computadoras, la única máquina que usamos es la tijera y de ahí en fuera todo lo hacemos manual.

"Todo se hace a partir de un molde, este molde se tapa con periódico y engrudo. Sacamos el molde, se vuelve a cubrir con periódico, se pinta y por último se decora, pero todo lo hacemos con las manos".

Compartió que la venta de la piñata es un negocio que se mantiene estable casi todo el año, obviamente las ventas y la producción se incrementa en épocas navideñas y sobre todo en las posadas.

"Actualmente, el negocio ha sido muy noble, pero hace unos años, pasamos momentos muy difíciles porque la gente se estaba olvidando de las tradiciones y sólo subsistíamos por los cumpleaños o las fiestas infantiles", dijo.

Agregó que poco a poco ese gusto por la piñata tradicional ha vuelto y este año ha sido muy bueno para ellos como fabricantes porque se ha retomado el gusto por la piñata tradicional de posada, como es la estrella de los siete picos.

Explicó que ahora, además de ser artesanos, se han tenido que convertir en escultores o diseñadores, pues les piden piñatas de muchas cosas.

"Ahora también la piñata se ha vuelto un artículo de diversión para los adultos, no nada más de los niños y pues tenemos que ingeniárnosla para crear personajes diversos", añadió.

"Hoy nos piden influenciados por las películas, la televisión, las caricaturas que ni conocemos, pero por internet nos mandan la imagen y pues nos la arreglamos para hacerlas.

"Todo lo que nos pidan lo tratamos de hacer y hasta el momento hemos cumplido. Incluso, comentó que hasta de otros países les piden piñatas con personajes locales".

"Ha venido gente de España o de Sudamérica que nos piden piñatas para llevarse a su tierra de personajes que acá no se conocen. Hace poco hicimos una de una galleta que es muy popular en España, otra que nos pidieron de Brasil, una gallina que también es muy popular allá y así como esos ejemplos nos piden de todo", añadió.

Dentro de esos pedidos que les llegan a solicitar, están también las piñatas para despedida de solteras o de solteros.

"Nos han pedido muchas cosas raras, como por ejemplo para despedidas de soltero, pero sobre todo muchas cosas muy atrevidas para las despedidas de solteras y pues ni modo, nosotros se las hacemos".

Pero en la actualidad, la piñata que está de moda y la que más está pidiendo la gente es la del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

"Este personaje está muy demandado, nos lo piden mucho. Todas las personas que llegan a la tienda nos dicen que quieren la piñata de Trump sólo porque tienen ganas de pegarle, se expresan con groserías hacia él y pues se lo llevan con el único propósito de golpearlo", comentó sonriendo.

Incluso, dijo que la piñata de Trump la están pidiendo para las posadas.

"Se lo están llevando como si fuera el Judas o el demonio de las posadas, eso está bien porque la tradición de las piñatas sigue vigente y pues no importa que se nos cargue el trabajo, nosotros seguiremos haciendo con gusto la estrella de siete picos. Aunque lleguen todo tipo de superhéroes a la piñata mexicana no la desplazan".

Hugo Mena compartió que, aunque están conscientes de que todo este trabajo artesanal que les lleva varias horas del día para terminar una sola piñata, va a parar a la basura, con el hecho de ver a la gente feliz, se paga todo.

"Para nosotros es un orgullo y de suma importancia que las figuras queden bonitas, porque desde que hacen el primer contacto con la piñata que eligieron, el rostro de los niños se ilumina.

"Es un recuerdo que se les va a quedar grabado siempre en video, en la mente o en fotos, y la verdad es muy satisfactorio ver la cara de los niños o niñas cuando se llevan su superhéroe o su princesa favorita y no nos duele que la rompan y si la rompen, pues hacemos otras", comentó.

Es así que ante la próxima temporada de posadas navideñas la demanda de piñatas al taller de los Mena se incrementa, pues son parte de una tradición mexicana que esperan con ansia los niños y que al grito de "¡dále, dále, dále!", se escuchará en los próximos días.

sc

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses