La Documenta de Kassel, una de la exposiciones de arte contemporáneo más celebres del mundo, recolecta en la Feria de Fráncfort (Alemania) libros prohibidos para una instalación que realizará la artista argentina Marta Minujín.
La idea, según el director de la próxima Documenta, Adam Szymczik, es reunir 100 mil libros de todo el mundo que hayan sido prohibidos en el pasado y ahora vuelvan a editarse o que estén actualmente prohibidos en sus países y se editen en otros lugares.
"La noticia triste es que realmente existen 100 mil libros prohibidos", manifestó el director de la Feria de Fráncfort, Jürgen Boos.
"La buena noticia es que todos ellos pueden conseguirse en Alemania", agregó.
La colecta empezó con los diarios del escritor polaco Witold Gombrowicz, que Szimczyk puso en una cesta dispuesta para la ocasión y que estuvieron prohibidos en Polonia hasta el fin del comunismo.
Boos aportó un libro de Milan Kundera y la siguiente persona que donó entregó uno de Klaus Mann, que estuvo prohibido durante el nazismo.
La idea de Marta Minujín es construir con todas las obras prohibidas una replica del partenón griego en una instalación que se llamará El partenón de los libros y cuya "primera piedra" se pondrá el sábado en Kassel.
La universidad de esa ciudad trabaja actualmente en una lista de libros prohibidos que abarca 60.000 títulos y que es ampliada continuamente.
Hasta el domingo es posible donar libros para el proyecto en la Feria de Fráncfort y posteriormente se podrá hacer lo mismo en Kassel, o enviarlos por correo.
La acción, según la artista, debe ser una señal en contra de la prohibición de textos y la persecución de autores.
Minujín ya hizo una acción similar en Argentina. Cuando termine la Documenta de Kassel de 2017 el "partenón" deberá ser destruido y los visitantes deberán llevarse los libros para leerlos.
nrv