Teodoro González de León "murió en la raya, con las batallas en las que creyó toda su vida", expresó su amigo y colega Fernando González Gortázar. Entrevistado vía telefónica, el también escritor indicó: "Lo primero que se me ocurre decir es que me duele la pérdida de un amigo de casi medio siglo".
Con voz entrecortada y haciendo breves pausas para hablar, Gortázar aseguró que su amigo falleció "lúcido, activo, y eso es muy envidiable". El también escultor, que no se había enterado del fallecimiento, explicó que "Teodoro fue uno de esos grandes arquitectos que marcaron una época".
"Lo extenso de su labor, ya sea en solitario o con los excelentes socios que tuvo, especialmente Abraham Zabludovsky y Francisco Serrano, nos dejó a todos una huella imborrable, y marcó especialmente a la Ciudad de México de una forma indeleble. Fue alguien que verdaderamente, y subrayo la palabra verdaderamente, entendió la arquitectura como parte de una cultura", añadió sobre Teodoro González, creador de recintos emblemáticos como el Auditorio Nacional y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo.
"Pilar de la cultura mexicana"
Por su parte, el arquitecto Felipe Leal, apuntó que Teodoro González fue "un hombre que siempre pensó en la ciudad, en cómo integrar sus edificios a la ciudad. Siempre pensó en el arte público. Sus obras siempre fueron de una gran dignidad. No eran edificios pobres, digamos pichicatos".
Durante los servicios fúnebres a su coelga, Leal se refirió a la obra de Teodoro: el Museo Tamayo, el del MUAC, del Colegio Nacional, del Colegio de México, la Universidad Pedagógica, el FCE, las embajadas de México en Brasil, en Guatamala, en Belice, en Alemania. Y señaló que González de León fue "un hombre siempre vinculado con la cultura, con el arte, con nuestras raíces, con lo que México es más fuerte. La fortaleza de México está en su cultura, y fue uno de los pilares de la cultura mexicana del siglo XX". (Con información de Abida Ventura).
sc