El estadounidense James Nachtwey, heredero de Robert Capa y maestro de los fotógrafos de guerra, fue galardonado hoy con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016 que se otorga en España.
En sus trabajos presenta, con una brutal lucidez, la despiadada realidad de las zonas de conflicto que ha recorrido a lo largo de su larga trayectoria.
Nacido en 1948 en Syracuse (Nueva York), pronto se trasladó a vivir a Massachusetts, donde se graduó en Historia del Arte, en el Dartmouth College, y estudió Ciencias Políticas.
Nachtwey reconocer haber quedado impactado por las imágenes que generó el Movimiento por los Derechos Civiles de los afroamericanos en Estados Unidos, así como por las imágenes de la Guerra de Vietnam, motivos que le llevaron a ser fotógrafo.
Otra razón fue, según confesó durante su estancia en España el año pasado, el cuadro de Goya de los Desastres de la guerra, cuyas numerosas imágenes le ayudaron a encontrar su camino: "Considero a Goya el padre de los fotógrafos de guerra", mencionó entonces.
El estadounidense comenzó a trabajar como fotógrafo de prensa en 1976 en Nuevo México y cuatro años después, en 1980, se instaló en Nueva York, donde lo hizo para una revista independiente.
Su primer trabajo en el extranjero fue en 1981, cuando cubrió el conflicto de Irlanda del Norte, en concreto, la huelga de hambre de los integrantes del IRA.
Desde entonces, Nachtwey ha cubierto casi todas las guerras contemporáneas, conflictos y crisis sociales. Estuvo en Líbano, Bosnia, Rumanía, Chechenia, Kosovo, Cisjordania, Gaza, Israel, Afganistán, Somalia, Sudán, Ruanda, Sudáfrica, El Salvador, Nicaragua o Guatemala.
En 1984 se incorporó a la revista Time y en 2003 fue gravemente herido cuando cubría la guerra de Irak para esta publicación, al ser atacado en Bagdad el comando del Ejército en el que estaba empotrado.
Entre 1986 y 2001 fue miembro de la agencia Magnum, hasta que fundó junto a otros compañeros la Agencia VII.
Sobre su vida y su trabajo trata el filme suizo War Photographer, nominado en 2002 al Oscar al mejor documental, en el que se relata su historia, pero también revela los dilemas a los que se enfrentan en general los reporteros de guerra.
Ha realizado exposiciones individuales por todo el mundo y ha sido merecedor, entre otras distinciones, de la Medalla Robert Capa hasta en cinco ocasiones (1983, 1984, 1986, 1994 y 1998).
También obtuvo el World Press Photo en 1992, por una fotografía sobre la hambruna en Somalia, y repitió en 1994 por una imagen sobre el genocidio en Ruanda.
A estos prestigiosos galardones se añaden el Premio Martin Luther King, el Jean Mayer Global Citizenship, el Henry Luce, Revista del fotógrafo Año (siete veces), el Centro Internacional de Premio de Fotografía Infinity (tres veces).
También el Premio Leica (dos veces), el Premio Bayeaux de Corresponsales de guerra (dos veces), el Premio Alfred Eisenstaedt, el Premio de la foto de Canon ensayista, o el premio Luka Brajnovic de la Universidad de Navarra (2015).
sc