Adolf Hitler padecía una anomalía genital que le provocaba tener un pene "realmente pequeño", de acuerdo a una investigación reciente.
Este defecto, denominado hipospadias, provoca que el pene no se desarrolle de manera usual, así lo explican los historiadores Jonathan Mayo y Emma Craigie en su libro Hitler’s Last Day: Minute by Minute (El último día de Hitler: minuto a minuto). Esta condición puede resultar tan severa que quienes la padecen se ven forzados a orinar sentados, recoge el New York Post.
"Se cree que Hitler padecía dos formas de anomalías genitales: un testículo no descendido y una rara condición llamada hipospadias penil, en la cual la uretra se abre en la parte posterior del pene", detallaron los investigadores. Quienes padecen esta situación, deben orinar sentados, de acuerdo al Centro de Control de Enfermedades, indicó el Post.
Asimismo, sufrir de esta anomalía provocaría en el Führer problemas con su desempeño sexual. De acuerdo al Post, el doctor personal de Hitler, Theodor Morell, le recetaba hormonas, anfetaminas y cocaína para incrementar el ímpetu de su paciente en la alcoba.
Hace un par de meses, otra investigación reveló que Hitler sólo tenía un testículo, de acuerdo con registro médico. Quizá dichas anomalías movieron al político alemán a dar instrucciones, en su testamento, para que su cuerpo fuera incinerado tras su muerte, teorizan los historiadores.
Tras la Segunda Guerra Mundial, finaliza el Post, su círculo íntimo hablaba de la "extraña" vida sexual de su líder. "De ninguna forma describiría a Adolf Hilter como normalmente sexual en sus relaciones con las mujeres", dijo alguna vez el arquitecto nazi, Albert Speer.
sc