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erica.aviles@eluniversal.com.mx
El arte no sólo se puede apreciar en las calles y en los museos, sino también desde el espacio, gracias al nanosatélite mexicano “Ulises 1”, un instrumento artístico sonoro capaz de “navegar” por la estratosfera.
El proyecto “Ulises 1” desarrollado por el Colectivo Espacial Mexicano y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), inició en 2010 por la necesidad de llegar al futuro.
El artista, fotógrafo y uno de sus desarrolladores, Juan José Díaz Infante, lo describe como un experimento social, artístico, tecnológico y científico realizado por un grupo de ciudadanos para comprobar que la realidad que vive nuestro país puede cambiar.
El creador dijo que se “es el proyecto artístico más importante que hay en México y no tiene que ver con un museo”. El desarrollo de esta tecnología “empieza a partir de un artículo publicado en Scientific American donde decía ‘satélites, hágalo usted mismo’”, indicó Díaz Infante.
La idea con este nanosatélite era “crear el Sputnik mexicano; un proyecto simple y sencillo que permitiera la exploración de la tecnología” y que que hiciera que “México estuviera en una vanguardia en el espacio”.
El nanosatélite se desarrolló en el Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes y el INAOE y “se bautiza como ‘Ulises 1’ a partir del nombre de Ulises Carreón, un artista contemporáneo mexicano; además de hacer referencia al ‘Ulises’ de La Odisea y al ‘Ulises’ de Jame Joyce”, dijo el fotógrafo.
En el interior del proyecto “Ulises 1” se resguarda un gran tesoro: arte sonoro y un haiku.
De acuerdo con Díaz Infante, se convocó a 11 artistas para que desarrollaran obras relacionadas con el satélite y con la música.
“Tiene un poema en clave morse en uno de los lados y se escucha como el latido de un corazón”. Ese latido dice “yo amo el camino” y sirve “para poder localizarlo en el espacio”.
También contiene una pieza hecha por Omar Gasca y Ramses Luna que se llama Para Ulises, y una pieza compuesta por Arturo Márquez que se llama Música sin principios. Esta obra “es una escala tonal de todos los sonidos y rangos que puede escuchar el oído y básicamente es una metáfora de la realidad, de un todo, pero dicho de una manera sonora”, apuntó.
Hacia la estratósfera y más allá. “Ulises 1” fue enviado a la estratosfera el pasado 4 de diciembre, mediante la plataforma Atón, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para celebrar los 150 años de la publicación de la obra De la Tierra a la Luna, de Julio Verne.
“Ulises” llegó a la estratosfera, “en una prueba para validar las condiciones, ya que ahí son muy similares, hace el mismo frío y radiación. Entonces si se te va a congelar el radio, pues no aguantará estar en órbita”.
“Tardó como 30 minutos en llegar a la estratosfera y viajó allí por 60 minutos”, señaló Díaz Infante.
Aunque los resultados de la misión aún están por enviarse, Díaz Infante comentó que “la misión de transmitir poesía desde la estratosfera se llevó a cabo”, ya que “transmitió y aterrizó en la base terrestre”.
En caso de enviar a órbita al nanosatélite, éste pasaría alrededor de cuatro meses en la estratosfera y según Díaz, se convertiría en el primer satélite mexicano en completar una misión.
Además de “Ulises 1”, también se está trabajando en los proyectos de “Ulises 2” y “Ulises 3”.
Díaz Infante aseguró que “Ulises 2” generará “una fotografía del mundo. No sólo la burbuja azul o el puntito azul de la Tierra, lo que queremos hacer es que se entienda que la vida en le planeta, es la única vida que conocemos en el Universo. Y tomar responsabilidad de que tal vez somos la semilla de la vida en el Universo”.
Las imágenes comprenderían a “toda la humanidad, todos los seres humanos, pero también a todas las bacterias, las ballenas, el plancton, una reconceptualización de la fotografía de nuestro planeta”.
“Ulises 2” se está llevando a cabo en “el Centro de Alta Tecnología de Querétaro y va 50%, 60% de la integración de sus sistemas. Y ese, en lugar de estar hecho por ingenieros, se está haciendo por estudiantes del centro”, agregó.
Por su parte, “Ulises 3” es una réplica exacta de “Ulises 1” y “básicamente es la 'redundancia' que tiene que haber del proyecto por cualquier cosa que suceda”. Este nanosatélite aún no tiene una misión asignada.
