Andrea Campos es una joven mexicana de 23 años que busca motivar, a través de Facebook, a sus compatriotas que presenten algún síntoma de depresión. Su estrategia se basa en leer lo que escriben respecto a lo que sienten y piensan. Para ello, ha creado a Yana, un proyecto que pretende apoyar a más de 16 mil personas con depresión a lo largo de ocho meses.
La aplicación web Yana comenzará a funcionar a partir de este año mediante Facebook Messenger, herramienta que además de ser utilizada por los usuarios de la red social para enviar y recibir textos, permite a las empresas comunicarse con sus clientes.
Este programa desarrollado por Andrea evalúa a las personas con ayuda del Patient Health Questionnaire (PHQ-9), un examen que consta de nueve preguntas empleado por los psicólogos para detectar los síntomas de la depresión en el corto plazo. También se usará el Inventario de Beck, que sirve para el mismo fin.
Los usuarios de Facebook podrán ingresar a la página de Yana y dar clic para enviarles un mensaje. En ese momento, un robot que simula una conversación (chatbot) aplicará las evaluaciones que podrán identificar los cuatro tipos de depresión: leve, moderado, grave y severo.
“Esto no determina un diagnóstico porque es algo que no se puede hacer de manera remota y el único autorizado es un terapeuta”, aclara Campos al portal Expansión de México.
Con estos resultados, se conocerá la situación de la persona y según los resultados aplicará un programa de acompañamiento de 30 días para combatir los síntomas depresivos con ayuda de “confidentes”, que serán estudiantes de psicología. En caso el estado del paciente sea grave será atendido por un equipo de psicólogos que participan en el proyecto.
Este proyecto impulsado por Mass Challenge, Labora y Wayra ya está avanzado en un 92%y actualmente recauda fondos vía crowdfunding, que serán usados en detalles de la automatización, marketing y recursos humanos.
Yana fue ideada después de que Andrea saliera de un episodio depresivo en su vida hace un año. Ella se percató que a pesar de haber soluciones tecnológicas para su problema, ninguna satisfacía todas sus necesidades. Así se dio cuenta de que podía haber millones de personas sintiendo lo mismo.
En la actualidad, la depresión afecta a más de 300 millones de personas y es la principal causa de discapacidad a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
jpe