Las microalgas son organismos microscópicos presentes en todos los cuerpos de agua, como lagos, mares y ríos, aunque no únicamente porque también se les puede encontrar en el suelo y la mayoría de los ambientes terrestres, incluso en los más extremos.
Algunas microalgas han demostrado tener importantes cualidades energéticas. María Teresa Orta Ledesma, académica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, desarrolló una tecnología para obtener biocombustible a partir de ellas.
El proyecto consiste en reproducir gran cantidad de microalgas en aguas residuales, cosecharlas mediante la ozofllotación para posteriormente extraerle los lípidos y carbohidratos, los cuales se transforman mediante reacciones químicas y biológicas en biocombustibles.
Exclusivo de la UNAM
La importancia de esta tecnología radica en que el combustible se obtiene a partir de una fuente renovable, un residuo que no tiene otra utilidad importante.
“Este es un proyecto de tendencia mundial, y lo trascedente es que somos la punta de lanza en esto porque el nuevo proceso de separación con ozono sólo se ha logrado hacer aquí en la UNAM”, destacando que además el agua resultante queda libre de contaminación pudiendo aprovecharse en otros usos como riego.
Pero no cualquier alga sirve para estos fines. La Chlorella sp es la que más se ha explorado a nivel mundial; sin embargo, “nosotros estamos estudiando las especies Scenedesmus y Desmodesmus, algas nativas de México y que registran un crecimiento rápido en agua residual.
Aprovechar y valorar los residuos
Este trabajo se realiza en colaboración con la Universidad de Newcastle en Inglaterra, con Sharon Velásquez y Adam Harvey, quienes ya tienen una amplia experiencia en el área de microalgas y los procesos de extracción y conversión a biocombustibles.
La investigación, que inició hace seis años, busca tener otro enfoque de los residuos y valorizarlos. En este sentido, se ha detectado que los contaminantes que se desechan por el drenaje contienen substancias que pueden recuperarse y aprovecharse. Dichos residuos contienen nitrógeno y fósforo que son aprovechados por las microalgas, las cuales crecen en aguas que contienen nutrientes.
De acuerdo con la investigadora, el biocombustible de microalgas es capaz de sustituir al combustible fósil; por la complejidad del proceso, ésta es una investigación a largo plazo, la etapa de prueba vendrá más adelante, refirió.
Proyectos de este tipo abren camino para reducir la dependencia tecnológica de México, no solo en el campo de los biocombustibles.
En la mesa redonda Más ciencia menos dependencia. Los retos en la era de Trump, los especialistas Lorenzo Meyer y Edgardo Buscaglia, entre otros, abordarán este tema en busca de estrategias para reducir la vulnerabilidad de México frente a las políticas que se adopten en Estados Unidos. La cita es hoy a las 18:00 hrs. en el Teatro Universum, en Ciudad Universitaria.
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM