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Las telas que pueden generar electricidad a partir del movimiento físico han sido la novedad durante algunos años. Ahora, investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, Estados Unidos, dieron el siguiente paso, al desarrollar un tejido que puede producir de forma simultánea energía tanto de la luz solar y como del movimiento.
La combinación de dos tipos de generación de electricidad en un solo textil, abre el camino para el desarrollo de prendas que podrían proporcionar su propia fuente de energía para alimentar diferentes dispositivos como teléfonos inteligentes o los sistemas de posicionamiento global.
"Este textil de energía híbrida presenta una novedosa solución para los dispositivos de carga en el campo a partir de algo tan simple como el viento que sopla en un día soleado", aseguró Zhong Lin Wang, profesor de Ciencia de los Materiales e Ingeniería, en Gerogia.
Para hacer la tela, el equipo de Wang utilizó una máquina textil comercial para entretejer las células solares construidas a partir de fibras de polímero de peso ligero con nanogeneradores triboeléctricos basados en fibra.
Los nanogeneradores utilizan una combinación del efecto triboeléctrica y la inducción electrostática para generar una pequeña cantidad de energía eléctrica a partir del movimiento mecánico, como la rotación, el deslizamiento o la vibración.
Wang prevé que el nuevo tejido, que es de 320 micrómetros de espesor entretejido con hilos de lana, podría utilizarse en tiendas de campaña, cortinas o prendas de vestir.
"La tela es muy flexible, de peso transpirable, ligero y adaptable a una variedad de usos", afirmó Wang.
Para la parte de la recolección solar en la tela, el equipo utilizó photoanodes que Wang había hecho en forma de alambre que se tejieron junto con otras fibras.
"La columna vertebral de la industria textil está hecha de materiales polímeros de uso común que son baratos de hacer. Los electrodos también se pueden hacen a través de un proceso de bajo costo, lo que hace posible el uso de la fabricación a gran escala", aseguró el especialista.
En uno de sus experimentos, el equipo de Wang utilizó una tela sólo del tamaño de una hoja de papel de oficina y la ató a una varilla como una pequeña bandera de colores, sacaron la varilla por la venta na de un coche mientras este avanzaba, lo que provocaba que el viento golpeara la tela. Los investigadores fueron capaces de generar energía significativa desde un coche en movimiento en un día nublado.
"Eso indica que tiene una capacidad decente de trabajo, incluso en un ambiente duro", afirmó Wang.
Mientras que las primeras pruebas indican que la tela puede resistir el uso repetido y riguroso, los investigadores buscan que su durabilidad sea a largo plazo. Los próximos pasos incluyen una mayor optimización de la tela para usos industriales, el desarrollo de una encapsulación adecuada para proteger los componentes eléctricos de la lluvia y la humedad.
jpe