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Un grupo de astronautas realizaron el viernes una caminata espacial para instalar una nueva compuerta en la Estación Espacial Internacional, el primer paso crucial para recibir naves con tripulaciones de vuelos comerciales a partir del próximo año.
Los dos estadounidenses, Jeffrey Williams y Kate Rubins, engancharon un mecanismo de acoplamiento en cuestión de horas.
Estaban por comenzar a realizar otras tareas, pero surgió un inesperado problema con el auricular derecho en el casco de Williams y tuvo problemas para escuchar. El Centro de Control de Misiones optó por la seguridad y los regresó al interior media hora antes de lo planeado.
Williams aseguró a los controles de vuelo que su casco estaba seco. Pero la última caminata espacial de NASA en enero también se acortó por una pequeña filtración de agua en un casco. Un goteo mucho más grande, en el sistema de enfriamiento del traje, casi provocó el ahogamiento de un astronauta en 2013.
No ha habido despegue de astronautas estadounidenses desde su país desde la última misión de un transbordador espacial en el 2011. SpaceX y Boeing planean reanudar los viajes de astronautas desde Cabo Cañaveral en un año o dos. Sin embargo, sus naves no pueden atracar sin esta novedosa compuerta, que reemplaza al ya obsoleto acomodo de naves y cuya intención es que sea internacionalmente compatible.
SpaceX anticipa mandar al espacio su nave Dragon con dos astronautas a bordo dentro de un año. Boeing anticipa realizar un vuelo de prueba de su cápsula Starliner a comienzos del 2018. Hasta entonces, Rusia seguirá ofreciendo los medios de transporte, algo por lo que Estados Unidos paga un precio elevado.
NASA dejó de realizar los envíos de carga hace unos años y más bien contrata a empresas privadas estadounidenses para tales misiones. Los lanzamientos de tripulaciones en vuelos comerciales serán un paso aún más osado. Este recurso comercial le da a la NASA la libertad de concentrarse en viajes de genuina exploración espacial; la agencia anhela llevar seres humanos a Marte en la década del 2030.
La compuerta instalada el viernes es en realidad la segunda que instala la NASA. La primera quedó destruida en un accidente cuando una nave de SpaceX trató de despegarse el año pasado. La NASA eventualmente desea que queden instaladas dos de esas compuertas en la estación espacial, que orbita a unos 400 kilómetros (250 millas) por encima de la superficie de la Tierra. Otra compuerta, fabricada en base a repuestos, será instalada aproximadamente dentro de un año.
La estación espacial actualmente alberga a dos estadounidenses, un japonés y tres rusos. Williams y dos de los rusos llevan allí cinco meses y regresarán a Tierra en un par de semanas. Pero primero Williams realizará una caminata espacial más con Rubins el primero de septiembre para traer un radiador de vuelta a la nave.
jpe