Más de 200 científicos y profesionales sanitarios han publicado en la revista Environmental Health Perspective una declaración de consenso en la que alertan del uso de jabones y otros productos antibacterianos ya que apenas ofrecen beneficios adicionales para la salud y, en cambio, pueden resultar perjudiciales para el medio ambienta .
"La gente piensa que ofrecen una mejor protección contra enfermedades, pero generalmente los jabones antibacterianos no funcionan mejor que el jabón y el agua", ha reconocido la enfermera de la Universidad de San Francisco (Estados Unidos) Barbara Sattler, una de las autoras de este documento.
El pasado otoño la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) identificaron hasta 19 productos químicos antibacterianos diferentes, incluyendo el triclosán o el triclocarban, que no eran eficaces y, por tanto, no deberían estar a la venta.
Tras este hallazgo, ahora un grupo de 200 científicos ha determinado que la decisión de la FDA no ha ido lo suficientemente lejos como para proteger a los consumidores y al medio ambiente, y recuerdan que muchos de estos productos incluyen diferentes aditivos que pueden ser tóxicos.
"Sigo comprobando que en mi farmacia la mayoría de estos productos contienen productos químicos aún peores", ha añadido Arlene Blum, directora ejecutiva del Green Science Policy Institute.
Estos compuestos también se encuentran en otros productos como pinturas, ropa, utensilios de cocina y recipientes para guardar alimentos o dispositivos electrónicos o juguetes para niños.
"Los clientes pueden pensar que los antibacterianos añadidos permiten reducir las infecciones, pero en la mayoría de los productos no hay evidencia de que lo hagan", según Ted Schettler, el director de la revista que ha publicado este consenso y que en 2016 ya elaboró un primer informe sobre su uso en hospitales.
Este experto lamenta que a estos productos se les atribuyan numerosos beneficios, desde para la fabricación de determinados productos como para proteger encimeras, interruptores o pomos de las puertas. "Los antimicrobianos añadidos se comercializan como beneficiosos en la construcción de productos desde las encimeras a las manijas de las puertas y los interruptores de luz", dijo Bill Walsh, presidente de Healthy Building Network, que recientemente produjo un libro blanco sobre productos de construcción antimicrobiana.
"Los conservantes antibacterianos son útiles en ciertos productos como las pinturas, pero creemos que las afirmaciones sobre los beneficios para la salud son en gran medida inválidas", ha apuntado el presidente del Healthy Building Network, Bill Walsh, que teme que estos productos aumenten sus ventas en los próximos años.
Por ello, los firmantes de esta declaración de consenso piden combatir la publicidad y comercialización de estos productos como beneficiosos para la salud ya que incluso pueden resultar perjudiciales en algunos casos como en mujeres embarazadas o lactantes.
"Debemos desarrollar mejores alternativas y evitar exposiciones innecesarias a productos químicos", ha sentenciado Rolf Halden, profesor de Ingeniería de la Universidad Estatal de Arizona (Estados Unidos).
jpe