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Promover los niveles de bienestar de los jóvenes y hacerlos conscientes de los daños de fumar y beber podría mantenerlos alejados del consumo de alcohol y cigarrillos, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto BMC Public Health. Investigadores de University College London, en Reino Unido, detectaron que los jóvenes que eran más felices y más conscientes de los daños del alcohol y los cigarrillos eran más propensos a no beber ni fumar que aquellos que eran menos conscientes o se percibían como menos felices.
El equipo de investigación encontró que casi el 70% de los participantes del estudio se etiquetaron como no consumidores de alcohol y cigarrillos constantes y alrededor del 13%, como usuarios persistentes. Aquellos que se definieron a sí mismos como no usuarios obtuvieron la puntuación más elevada en pruebas de conciencia de daño y felicidad en comparación con el resto de los grupos.
La doctora Noriko Cable, autora del trabajo y miembro del Instituto de Epidemiología y Salud en UCL, señala: "Es posible que las expectativas positivas de beber alcohol o fumar cigarrillos pueden haber superado la conciencia de algunos jóvenes de los daños del uso de esas sustancias. Tener una red de amigos de apoyo no protege a los adolescentes del consumo de alcohol o cigarrillos".
Para examinar si la felicidad, la conciencia del daño relacionado con el alcohol o el tabaquismo o el tamaño de las redes de amistad se vincularon a la conducta de consumo de alcohol y tabaco a lo largo del tiempo, los autores utilizaron datos de mil 729 adolescentes (849 niños y 869 niñas) de entre 10 y 15 años de edad que presentaron datos en dos puntos de tiempo para el estudio longitudinal de hogares de Reino Unido, que ha estado recogiendo datos representativos de la población de Reino Unido de 40 mil hogares cada año desde 2009.
INFORMAR A LOS ADOLESCENTES DE LOS DAÑOS, ÚTIL PARA EVITAR EL CONSUMO
Combinando las respuestas de los jóvenes de los dos puntos de tiempo, los científicos crearon cuatro categorías de consumo de alcohol y cigarrillos: no consumo persistente (no tomar alcohol o cigarrillos en ambos puntos de tiempo); exconsumidor (haber tomado alcohol o cigarrillos cuando se le preguntó por primera vez pero no en el seguimiento un año después-); iniciación (no consumir en el primer momento, pero tomarlos en el seguimiento), y consumo persistente (el uso de alcohol o cigarrillos cuando se le preguntó en ambos puntos de tiempo).
Aproximadamente, el 8% del grupo de estudio se calificó como exconsumidor y alrededor del 13% había comenzado a tomar alcohol o cigarrillos entre el primer punto de tiempo y el seguimiento un año después (iniciación). Los jóvenes de 10 a 12 años tenían más probabilidades de estar en el grupo de no usuario persistente, mientras que los participantes de 13 años y más eran más propensos a estar en el grupo de consumidores persistentes y de iniciación.
La felicidad se evaluó en seis áreas de la vida de los jóvenes: rendimiento escolar, apariencia, familia, amigos, escuela y vida en general. Se pidió a los participantes que clasificaran estas áreas de sus vidas en una escala de uno (muy feliz) a siete (infeliz) y se les preguntó cómo de dañinos pensaban que eran los distintos tipos de consumo de alcohol y cigarrillos, por ejemplo, el tabaquismo ocasional, el tabaquismo diario o el consumo intensivo de bebidas alcohólicas durante el fin de semana, desde uno (sin riesgo) a cuatro (gran riesgo).
Se trata de un estudio observacional pero no puede mostrar causa y efecto porque pueden influir otros factores. Cable también subraya que: "Debido a que la información utilizada en este estudio es aportada por los propios participantes, los hallazgos deben ser interpretados con precaución, pero sí sugieren que hacer que los adolescentes conozcan el daño relacionado con el alcohol y el tabaco puede ser útil para evitar que se involucren en comportamientos de riesgo para la salud".
JPE