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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recalca que un menor consumo de bebidas azucaradas reduciría el número de personas con sobrepeso, obesidad, diabetes y caries dental. Pero estos no serían los únicos males vinculados a este tipo de productos. Nuevos estudios advierten de un daño cerebral.
Según una investigación publicada en las revista Alzheimer's & Dementia, las personas que toman más de dos bebidas azucaradas al día o más de tres gaseosas a la semana tienen un menor volumen cerebral y un hipocampo -área del cerebro vinculada a la memoria- encogido.
Un segundo estudio realizado por el mismo equipo de expertos -liderados por el investigador Matthew Pase- y publicado en la revista Stroke, revela unos sorprendentes datos. Según este trabajo, las personas que consumen diariamente bebidas dietéticas o "light" tienen un riesgo casi tres veces mayor de padecer Alzheimer o sufrir un ictus que aquellos que toman como máximo una de estas bebidas a la semana.
"Fue algo sorprendente que el consumo de refrescos de dieta condujo a estos resultados", dice Pase, señalando que, si bien estudios anteriores han asociado la ingesta de gaseosas dietéticas con el riesgo de accidentes cerebrovasculares, el vínculo con la demencia no se conocía previamente.
Añade que los estudios no diferencian los tipos de edulcorantes artificiales. Afirma que se han presentado varias hipótesis sobre cómo los edulcorantes artificiales pueden causar daño, desde la transformación de las bacterias intestinales hasta la alteración de la percepción cerebral de lo dulce, pero recalca que se necesitan más estudios para averiguar los mecanismos subyacentes.
Para los involucrados en el estudio, los efectos dañinos en el cerebro producido por las bebidas azucaradas y las dietéticas no se explican por la posible presencia de enfermedades preexistentes en las personas que consumen frecuentemente estos productos, como las patologías cardiovasculares, la diabetes o la hipertensión arterial.
"Por ejemplo, las personas que consumen refrescos ‘light’ de forma más habitual también son más proclives a ser diabéticos, lo que se cree que aumenta el riesgo de demencia. Sin embargo, incluso tras excluir a la población diabética del estudio vimos que el consumo de refrescos ‘light’ seguía asociándose con el riesgo de demencia", señala Pase, citado por el portal ABC.
jpe