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El tracoma es la principal enfermedad infecciosa causante de ceguera a nivel mundial. Está causada por un microorganismo intracelular obligado llamado Chlamydia trachomatis. La enfermedad se transmite por contacto con secreciones oculares y nasales de personas infectadas, especialmente niños pequeños que son reservorio de la infección. También se propaga a través de moscas que han estado en contacto con los ojos o la nariz de una persona infectada.
Cuadro clínico y morbilidad
En zonas en las que el tracoma es endémico, el "tracoma activo" es común entre los niños de edad preescolar, con tasas de prevalencia que pueden llegar a ser del 60% al 90%. A partir de esa edad la infección se vuelve menos frecuente y más breve.
Por lo general se adquiere cuando se establece un contacto próximo con una persona que tenga la enfermedad activa, y la familia es el principal entorno de transmisión. El sistema inmunitario puede resolver un solo episodio de infección, pero en comunidades donde el tracoma es endémico son frecuentes las reinfecciones.
Después de años de infecciones reiteradas, el interior de párpado puede quedar gravemente marcado de cicatrices (cicatrices conjuntivales) que lo plieguen hacia adentro, de modo que el borde del párpado haga frotar las pestañas contra el globo ocular (triquiasis), lo que puede dar lugar a molestias constantes e intolerancia a la luz; estas y otras alteraciones del ojo pueden originar cicatrices en la córnea. Si no se trata, este trastorno puede dar lugar a la formación de opacidades irreversibles que causarán discapacidad visual y ceguera.
La edad a la que esto ocurre depende de varios factores, entre ellos la intensidad local de la transmisión. En las comunidades muy endémicas puede ocurrir en la infancia, aunque lo más frecuente es que la discapacidad visual se produzca entre los 30 y los 40 años.
La discapacidad visual o la ceguera provocan un empeoramiento de la experiencia vital de las personas afectadas y de sus familias, que suelen ser las más pobres entre las pobres. El número de mujeres ciegas cuadruplica el de los hombres, debido probablemente a su estrecho contacto con niños infectados.
Los factores de riesgo ambientales que influyen en la transmisión de la enfermedad incluyen:
*Higiene deficiente
*Hogares hacinados
*Escasez de agua
*Acceso inapropiado a letrinas y servicios de saneamiento
jpe