Para Fabiola Juárez Martínez, nutrióloga del programa de Obesidad y Riesgo Cardiovascular, el saber comer y cómo comer es la mejor manera de evitar subir de peso y mantenerse, ante los banquetes de las celebraciones de fin de año.

La especialista de la Secretaría de Salud del Estado de Puebla (SSEP) expuso que cuidar la alimentación, el estilo de vida e incluir una actividad física también ayudará a que la población no vea afectada su salud por los alimentos que consume.

Destacó que en esta temporada, cuando abundan los platillos ricos en grasas y azúcares, también se registra un incremento de algunos padecimientos, como gastritis, reflujo, colitis y estreñimiento; todos estos como consecuencia de una alimentación desmedida.

El estreñimiento, explicó, está originado en la pobre ingesta de agua y elevado consumo de bebidas alcohólicas.

En tanto que la gastritis, reflujo y colitis se deriva del alto consumo de alimentos ricos en grasas, irritantes, ingesta de alimentos fritos, capeados, empanizados, así como ricos en azúcares refinados, como el refresco.

Refirió que toda la población está expuesta a dicha sintomatología, tanto hombres como mujeres, así como niños desde los cinco años de edad, jóvenes, adultos y adultos mayores.

Para evitar esos malestares y sobre todo un incremento de peso, Fabiola Juárez recomendó que antes de la noche festiva las personas realicen su desayuno, colación de mediodía, comida y colación por la tarde, de tal manera que no llegue con hambre al sitio donde cenará y así evite un consumo desmedido o atracones.

Al elegir la cena, la especialista sugiere que el consumidor se vuelva selecto en sus alimentos y elija porciones pequeñas, procurar alimentos que más se le antojen, pero evitar aquellos que son ricos en mantequilla, grasa, crema o bebidas alcohólicas.

“Es importante hidratarte con agua o té para que no se incremente el consumo de bebidas alcohólicas o azucaradas. También importante destinar un tiempo razonable para disfrutar de los alimentos, que bien podría ser de 30 minutos y se produzca en el cerebro la señal de saciedad para así no comer en exceso”, manifestó.

Si la persona es el anfitrión, se sugiere que tenga ensaladas en casa, pero si eres el invitado, es un buen detalle llevar la ensalada para que sean parte del menú.

En el caso de los cereales, la nutrióloga expresó que se deben de consumir los que no son refinados y derivados del trigo como arroz integral, pan integral y pasta integral; mientras que en el caso de las proteínas que sean magras como la carne sin grasa.

En lugar de refresco es bueno tener agua de frutas naturales con muy poca o sin nada de azúcar.

Respecto de las grasas, se pueden sustituir por el uso de aceite de oliva para freír, capear, aderezar las ensaladas, o consumir fuentes de grasa natural como el aguacate, nueces y almendras.

Después de una noche de banquete se recomienda que el desayuno al día siguiente sea más ligero que de costumbre, teniendo siempre como guía el Plato del Buen Comer; es decir, mitad del plato ensalada, un cuarto proteína magra y el otro cuarto un cereal integral.

“Se estima que en este tipo de evento (cenas de fin de año) se llegan a consumir más de tres mil kilocalorías, lo que puede ocasionar un aumento de un kilo a 1.5 kilos si se realiza una actividad física, de lo contrario se podrían incrementar hasta tres kilos”, enfatizó.

Respecto de la actividad física explicó que a la semana se deberán contabilizar 150 minutos de ejercicio, la cual puede ser dosificada, por ello la recomendación de 30 minutos de ejercicio todos los días.

Alertó sobre la implementación de dietas excesivas o desmedidas, ya que solo se compromete la masa muscular de la persona, que en lugar de mantenerla o aumentarla podría reducirla y en consecuencia aumentar la grasa corporal.

“La clave no es quitarse la comida o limitarse, sino saber qué comer y cómo comerlo, por eso se recomienda el consumo de vegetales, carnes magras y cereales”, dijo.

Indicó que “lo que nos hace daño es consumir solamente un grupo de alimentos, como sugieren las dietas populares como la de la luna, de la manzana, del helado, de la sopa, etcétera, que limitan tu cuerpo a diferentes nutrimentos, pero cuando se vuelven a consumir, suben de peso”.

jpe

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