Con motivo del Día Mundial del Sida, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado nuevas directrices sobre el autoanálisis del VIH para mejorar el acceso al diagnóstico de la infección y su utilización eficaz.
Según un nuevo informe de la OMS sobre los progresos realizados, la falta de diagnóstico del VIH representa un obstáculo importante para poner en práctica la recomendación de la OMS que preconiza ofrecer tratamiento antirretrovírico (TAR) a todas las personas infectadas por el VIH.
El informe revela que actualmente más de 18 millones de personas con VIH reciben TAR y que un número similar de personas afectadas todavía no tiene acceso al tratamiento; la mayoría de ellas desconoce su estado serológico. Hoy en día, el 40% de las personas con VIH (más de 14 millones) desconocen su condición respecto del virus. Muchas de ellas son personas que corren un riesgo más elevado de infectarse con el VIH y a menudo tienen dificultades para acceder a servicios de análisis existentes.
"Millones de personas con VIH todavía no pueden acceder a un tratamiento vital, que además puede prevenir la transmisión del VIH a otras personas", comentó la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS. "El autoanálisis del VIH debería permitir a muchas más personas conocer su estado serológico y obtener información sobre cómo recibir tratamiento y acceder a los servicios de prevención".
El autoanálisis del VIH permite que las personas utilicen la saliva o la sangre obtenida mediante un pinchazo en el dedo para conocer su estado en privado, en un entorno que les resulte cómodo. Los resultados están listos en 20 minutos como máximo.
Se aconseja a aquellos que hayan obtenido un resultado positivo que acudan a un centro de salud para realizar una prueba de confirmación. La OMS recomienda ofrecer a estas personas información, dirigirlas hacia los servicios de apoyo y remitirlas rápidamente a los servicios de prevención, tratamiento y atención.
El autoanálisis del VIH es una manera de llegar a más personas cuya infección no ha sido diagnosticada y representa un avance para dotarlas de capacidad de acción y decisión, realizar un diagnóstico en una etapa más temprana antes de que se manifieste la enfermedad, acercar los servicios a donde vive la gente y crear una demanda de pruebas de detección del VIH.
Esto es particularmente importante para las personas que se encuentran con obstáculos a la hora de acceder a servicios existentes.
Entre 2005 y 2015, la proporción de personas con VIH que conocían su estado serológico aumentó de 12% a 60% en todo el mundo. El aumento del uso de las pruebas de detección del VIH en todo el mundo ha conseguido que el 80% de las personas diagnosticadas con la infección del VIH reciban TAR.