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¿Sabías que los tratamientos que existen actualmente para combatir el lupus sólo alivian el dolor y no ofrecen una cura?
El lupus es una enfermedad crónica autoinmune que tiene como principales síntomas la inflamación y el daño de distintos órganos, entre los que se encuentran las articulaciones y los músculos.
Este mal ataca principalmente a las mujeres y aún se desconocen las causas que lo provocan.
Por fortuna, investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, aseguran haber identificado la posible causa por la que se produce la inflamación en el lupus, lo que abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos, según un artículo publicado en la revista Cell.
La investigación es dirigida por Boris Reizis, el cuál explicó en entrevista para abc que su trabajo “revela un nuevo mecanismo que podría ser aprovechado para el desarrollo de terapias biológicas para el lupus y otras enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario actúa erróneamente frente a las propias células del organismo”.
En el artículo exponen que cuando una célula muere, el organismo degrada todos sus componentes y los recicla. También el ADN celular, para el cual existe una enzima llamada ‘DNAsa 1L3’ que se encarga de digerir este ADN y descomponerlo en pequeñas partículas para su posterior reutilización
¿Cuál es el descubrimiento?
Cuando el DNAsa 1L3 se encuentra ausente o es incapaz de llevar a cabo su función se provoca el problema, asegura el nuevo estudio. Puesto que no es degradado, el ADN vertido en el torrente circulatorio provoca una respuesta inmune: el sistema inmunitario produce anticuerpos que se unen al ADN para formar complejos moleculares que se acaban depositando en las paredes de los vasos sanguíneos y los tejidos y causan su inflamación.
Las consecuencias de la inflamación pueden ser efectos perniciosos, provoca daños en los vasos sanguíneos, la piel, las articulaciones y los riñones.
Cabe resaltar que dentro del campo del Lupus, no ha habido avances en más de medio siglo. Reizis, director de la investigación, finaliza al decir que sus “abren una puerta para el desarrollo de tratamientos potenciales, incluida la posibilidad de administrar la enzima DNAsa 1L3 como si fuera un fármaco. Y es que el desarrollo de nuevos tratamientos frente al lupus no es ya una necesidad, sino una urgencia. No en vano, en los últimos 50 años se han logrado muy pocos avances en el tratamiento de la enfermedad y los fármacos utilizados tradicionalmente por los pacientes son muy mal tolerados”.
JP