Las personas que después de ser obesas presentan una disminución en su Índice de Masa Corporal (IMC) tienen una mayor tasa de mortalidad frente a aquellas que mantienen su peso estable aunque este sea alto, según un estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América (PNAS, por sus siglas en inglés).

La investigación, que se basó en los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición entre 1988 y 2010, analizó el IMC de más de 6 mil estadounidenses entre 50 y 74 años; así como las cifras de mortalidad de los registros que hay hasta el 2011.

“Entre los individuos que tenían un peso normal en el momento de la medida, aquellos que habían sufrido obesidad tenían un rango de mortalidad mayor que quienes nunca habían cambiado de peso”, concluyó el estudio.

De acuerdo con la investigación, la mayoría de los estudios anteriores se basan en el IMC que tiene la persona al momento de la encuesta, por lo que –asegura el texto del análisis- es probable que los efectos del exceso de peso en la mortalidad de Estados Unidos se hayan subestimado constantemente.

Los autores de la investigación, Andrew Stokes y Samuel H. Preston, de las universidades de Boston y Philadelphia (Estados Unidos), aseguran que en esta encuesta se incluyeron datos adicionales sobre el máximo de peso alcanzado de un individuo.

“Investigamos cuatro modelos que representan diferentes combinaciones de peso en la encuesta, así como el peso máximo” expresaron.

kal

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