Más Información
Pifia ortográfica se cuela en transmisión del debate sobre CNDH; “Dictamen a discución” pasa desapercibido en Canal del Congreso
Delegación mexicana va a la COP29 en Azerbaiyán; promoverá “política ecológica y ambiental humanista” de Sheinbaum
Piden a Sheinbaum estrategia contra promesas de campaña de Trump; “lo va a cumplir”, advierten académicos de la UNAM
En la actualidad, el uso de aparatos electrónicos, como celulares, tabletas, videojuegos y televisión, es parte del estilo de vida de los niños, sin embargo, la luz que producen estos dispositivos altera notablemente el ciclo de sueño.
El experto por el Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO) del IMSS en Jalisco, Nidal Ezzy, señaló que el crecimiento y desarrollo de los niños es un proceso en el que intervienen múltiples factores.
Manifestó que además de una alimentación balanceada y actividad física, se debe considerar al sueño como el elemento más importante en el desarrollo de los niños.
Nidal Ezzy agregó que “durante la etapa de desarrollo, el ciclo del sueño en los niños determina la calidad de su descanso y crecimiento porque es cuando la hormona de crecimiento alcanza su máximo nivel de segregación: poco después de que los niños se quedan dormidos”.
Indicó que la luz que emiten los dispositivos electrónicos se vuelve nociva sobre todo por la noche, aún más que la de los focos y las lámparas, porque altera el ritmo biológico que es responsable de la secreción de las sustancias hormonales durante el sueño, como cortisol, melatonina, prolactina y la hormona de crecimiento.
“La secreción de hormona de crecimiento depende de la edad, de ahí la importancia de mantener fuera del alcance de los niños, celulares, tabletas, computadoras, videojuegos y otros aparatos que puedan afectar el proceso para conciliar el sueño”, acotó.
Destacó que un recién nacido debería dormir, en promedio, 16 horas por día; los niños pequeños requieren de 10 a 13 horas. La cantidad total de sueño disminuye considerablemente hasta los 20 años de edad.
Asimismo, dijo, los recién nacidos duermen varias siestas durante el día además de un periodo de sueño prolongado en la noche; conforme los niños crecen, eliminan las siestas y obtienen todo el descanso requerido por la noche.
Advirtió que los infantes con ciclos de sueño alterados no producirán los niveles de hormona de crecimiento necesarios para su desarrollo, lo que puede desencadenar problemas de estatura y talla baja.
Es fundamental vigilar sus hábitos de sueño para identificar cualquier alteración y, de ser necesario, acudir con el especialista, quien determinará si es necesario comenzar un tratamiento con hormona de crecimiento humana recombinante.
Explicó que “un adecuado ciclo del sueño, además de beneficiar el crecimiento de los niños, ayuda a mantener un estado de ánimo positivo.
Tomar siestas durante el día es conveniente, siempre y cuando se establezcan horarios que no interfieran con el número de horas que deben dormir en la noche, permitiendo que crezcan a un ritmo normal”, abundó.
“Mantener buenos hábitos de sueño, establecer horarios regulares y evitar que los niños vean televisión o utilicen videojuegos antes de acostarse, tener fuera del alcance de los niños celulares, tabletas y otros aparatos que puedan afectar el proceso para conciliar el sueño, beneficiarán notablemente su desarrollo”, puntualizó.
kal