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Un estudio realizado por la American Society for Metabolic and Bariatric Surgery y por The Obesity Society afirma haber encontrado que escuchar ciertas palabras genera que las personas quieran ingerir comida chatarra.
De acuerdo al portal The Mirror, el estudio consistió en vigilar la actividad cerebral de 17 personas obesas y 12 personas con peso normal mientras se les mostraban palabras que describían alimentos altos y bajos en calorías.
La responsable del estudio, Susan Carnell dijo que se "encontró que las personas con obesidad tenían una respuesta mayor a palabras asociadas con alimentos ricos en calorías -como 'chocolate' y 'alitas de pollo'- en un circuito neuronal que abarcaba múltiples áreas del cerebro".
Carnell añadió que el estrés altera a cualquier individuo, pero la personas que tienen obesidad responden de manera distinta a las señales de alimento que el resto de la población, lo que podría conducirlas a comer más.
"Cuando sometimos a los individuos a un estresor social y fisiológico, tanto a los que tenían obesidad como a los de peso normal, mostraron respuestas ligeramente alteradas en palabras que contenían alimentos ricos en calorías, pero sólo aquellos con obesidad comieron más en una comida posterior."
En un segundo estudio, Carnell y sus colegas encontraron una relación entre las respuestas a palabras de comida y el riesgo de obesidad en adolescente con variantes genéticas que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad.
"Nuestro estudio proporciona información adicional sobre cómo estas variantes genéticas asociadas con la obesidad pueden estar trabajando: aumentando el apetito y la ingesta de alimentos", dijo la coordinadora de la investigación, Leora Benson.
Ahora, los investigadores pretenden encontrar nuevas formas de combatir la obesidad mediante estrategias conductuales más eficaces que permitan que permitan al cerebro reaccionar de modo distinto ante los estímulos alimenticios.
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