Los niños que se alimentan de manera sana, realizan actividad física y duermen al menos ocho horas ayudarían a que su organismo secrete la hormona de crecimiento, aseguró la endocrinóloga pediatra, Mariana García.

La estatura de los niños es un motivo de preocupación frecuente entre los padres, pero aún existe en México la creencia de que ser “chaparrito” es algo normal, dijo la especialista en un comunicado.

García mencionó que los niños que mantienen una estatura por debajo del promedio de sus compañeros pueden presentar una deficiencia de la hormona de crecimiento, además, dijo que el crecimiento depende, en gran medida de factores genéticos y hereditarios.

Por ello, indicó que es importante considerar los siguientes parámetros para realizar una valoración adecuada del desarrollo de un niño como son el peso, la talla, la velocidad del crecimiento y sus antecedentes familiares.

En la actualidad, recordó, 14 de cada 100 niños en etapa preescolar en nuestro México tienen talla baja, lo que representa un millón y medio de menores de cinco años, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.

“Los problemas relacionados con el crecimiento van más allá de una cuestión física y pueden representar conflictos emocionales y sociales para los niños”, dijo.

“La talla baja puede reducir la calidad de vida, mermar su adaptación psicosocial, limitar su participación en actividades físicas y aumentar sus deseos de aislamiento social”, agregó la doctora.

La especialista comentó que los pequeños con estatura baja pueden llegar a tener algún problema que debe ser detectado a tiempo, para tratarlo mediante un método clínico adecuado y así evitar el deterioro no sólo de su estatura final, sino de la salud integral.

García dijo que el patrón de crecimiento es un indicador importante del estado de salud en general, no obstante, puede ser difícil distinguir entre un crecimiento normal y anormal.

En ese sentido, la especialista recomendó que para que los niños alcancen la estatura deseada deben considerar que una de las etapas más importantes en las que actúa la hormona de crecimiento es entre los dos y 12 años.

Y sobre todo, agregó, los padres deben pedir a un especialista que calcule la estatura adulta objetiva del niño con base en la siguiente fórmula: Niños (Estatura del padre + Estatura de la madre)/2 + 6.5 cm y en niñas (Estatura del padre + Estatura de la madre)/2 - 6.5 cm.

García exhortó a los padres estar pendientes de los cambios físicos que experimenten sus hijos y en caso de sospechar de algún problema, es importante acudir a supervisión de un especialista en Endocrinología Pediátrica que pueda apoyarlos a diagnosticar cualquier anormalidad.

La endocrinóloga aseguró que la estatura no es un impedimento para que los niños logren sus objetivos, pero sí puede ser un factor de preocupación para el futuro, por lo que no hay que descuidar los cambios emocionales que pueden determinar el carácter y autoestima, en especial durante la etapa escolar.

rqm

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