El trato con amor y paciencia es muy benéfico para los pacientes con Alzheimer, sobre todo cuando las medicinas no hacen efecto, consideró la presidenta de la asociación de esta enfermedad en Reynosa, Xóchitl Solano Garza.

En el marco del Día Internacional del Alzheimer, que se conmemora el 20 de septiembre, señaló que las caricias en muchas ocasiones resultan más benéficas que los medicamentos.

La especialista recordó que hace 26 años su madre fue detectada con esta enfermedad, y perdió la batalla hace 15 años.

“Todo fue muy paulatino y casi no se percibían los detalles, hasta pensamos que serían problemas de la menopausia, pues en esos años cuando inició con los primeros síntomas no había mucha información al respecto”, dijo.

Comentó que su madre, cuando tenía 69 años de edad, inició con pequeños olvidos, que no permitieron detectar su enfermedad en la etapa inicial.

Expuso que fue hasta que le practicaron una resonancia magnética cuando los médicos supieron el diagnóstico preciso: Alzheimer.

“Vivimos muchas anécdotas con mi mami pero el día que notamos que algo andaba mal fue cuando mi hermana, quien se casó y se fue a vivir a Sonora, regreso a los dos meses y nos empezó a contra muy emocionada sobre sus experiencias”.

“Habló de la comida, los paseos y la gente de aquella entidad y de repente mi mamá se le queda viendo y le dice que linda eres, me caes muy bien, debes ser algo mío porque me simpatizas”, recordó con nostalgia.

La presidenta de la asociación del Alzheimer en Reynosa reiteró que lo más importante para los pacientes con esta enfermedad es ser tratados con amor y paciencia, ya que las caricias en muchas ocasiones resultan más benéficas que los medicamentos.

“Debemos recordar que ellos están ahí y jamás debemos olvidarlos, aunque ellos estén perdidos siente todo, pero están atrapados en el cuerpo que no les permiten expresar sus sentimientos”, acotó.

Asimismo, citó como ejemplo el caso de María Hernández, de 73 años de edad, quien dedicó la mayor parte de su vida a trabajar tanto en el hogar como en un pequeño restaurante que poseía la familia y ahora, al tener este padecimiento lo enfrenta con la atienden sus hijas.

La enfermedad del cerebro, que fue descubierta por el médico alemán a quien este padecimiento debe su nombre, Alois Alzheimer, carece de cura, dijeron.

Refirió que a María Hernández le llegó sin que nadie se diera cuenta, se le presentó en varias etapas, hasta que fue evidente.

Con el paso del tiempo, su hija María Rivera Hernández, empezó a notar algunos olvidos en su madre. Se le dificultaba recordar donde había dejado las llaves de la casa y en una ocasión guardó una maceta en el refrigerador.

Además de que empezaba a confundir a sus nietos con sus hijos a quienes les achacaba las travesuras que habían hecho años atrás los padres de quienes ahora responsabilizaba.

María reconoció que al principio pensó que se trataban de olvidos propios de la edad, justifico que a la mayor parte de la gente, sin importar la edad, se le olvidan las llaves, lo asocio a situaciones cotidianas y sin trascendencia.

Pero notó que al avanzar el tiempo las situaciones de confusión, los objetos perdidos y el olvido de los nombres de sus hijos y nietos eran constantes además de empezar a tardar más tiempo de lo acostumbrado cuando acudía a comprar tortillas o realizar algún pago.

María Rivera comentó que un día su madre, salió a realizar un pago a una tienda de conveniencia ubicada a una cuadra de su domicilio y tardó varias horas.

“Mi madre se sorprendió cuando le manifestamos nuestra preocupación y le preguntamos donde había estado, nos contestó que sólo había ido a pagar el recibo y que no se explicaba nuestra reacción, lo cierto es que nos enteramos gracias a una vecina que la encontró en un área lejana, la vio y la acompañó hasta la casa”, dijo.

Señaló que luego de comentar ese tipo de “detalles” con su médico general le sugirió una serie de estudios, mismos que concluyeron que su madre padecía Alzheimer en su etapa inicial.

Sobre la enfermedad, Solano Garza indicó que se acuerdo a estadísticas, se desprende que a nivel mundial cada tres segundos es diagnosticado un caso de Alzheimer.

En Reynosa se desconocen cifras exactas sobre esta enfermedad ya que no hay reportes oficiales.

Por ello, invitó a la población a estar atentos a los síntomas que presenten las personas mayores que habitan en sus hogares, a fin de detector los diferentes tipos de demencia a tiempo y ser atendidos clínicamente.

kal

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