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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó en el Día Mundial contra la hepatitis, de que más de 13 millones de personas están contagiadas con hepatitis C en el continente americano, mientras que entre el 2% y el 4% de la población de América Latina sufre la modalidad B de esta patología.
"Día Mundial contra la Hepatitis: Prevenir la hepatitis, actuar ya" es el lema con el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido hacer un llamamiento para que los países redoblen de manera urgente sus acciones para prevenir la infección que causa los diferentes tipos de hepatitis.
En un comunicado, la OPS, con sede en Washington, alertó de que las hepatitis B y C producen cerca del 80% de todas las muertes por cáncer de hígado del mundo y matan a cerca de 1,4 millones de personas cada año.
La Organización Mundial de la Salud estima que entre 130 y 150 millones de personas viven con hepatitis C en todo el mundo y que, en América, esta patología afecta a 13 millones de personas.
Mientras, según datos de la OPS, la hepatitis B afecta de forma desigual a la población de la región: en la Cuenca del Amazonas más del 8% de la población sufre esta enfermedad, mientras que en algunas regiones de Estados Unidos y Suramérica la prevalencia de hepatitis C es de menos del 2%.
En otras áreas de Latinoamérica, las tasas de infectados oscilan entre el 2% y el 4% de la población, según la OPS.
"La mayoría de las personas infectadas con hepatitis no lo sabe, lo que aumenta el riesgo de deterioro paulatino del hígado, cirrosis y cáncer hepático, y de transmitir el virus a otras personas", explicó el asesor principal en VIH, ITS y Hepatitis de la OPS/OMS, Rafael Mazin.
En una entrevista, el doctor José Luis Cañadas explicó que la hepatitis C se contrae principalmente por el contacto con sangre contaminada a través de transfusiones de sangre no testadas adecuadamente o mediante intervenciones quirúrgicas con elementos que no han sido correctamente esterilizados.
Según Cañadas, director médico y de asuntos regulatorios de la compañía farmacéutica AbbVie, el gran problema de la hepatitis C es que, generalmente, es una enfermedad asintomática de forma que el paciente no se da cuenta de que padece esta patología hasta que la gravedad hace aflorar síntomas.
Durante el periodo agudo en el que la enfermedad no presenta síntomas, los virus buscan una forma de quedarse en el organismo, que logra defenderse y eliminar la enfermedad con una probabilidad de entre el 15% y el 25%, según el doctor.
Sin embargo, en el resto de los afectados, el virus de la hepatitis C permanece y comienza a destruir las células del hígado en lo que se conoce como la fase crónica de la enfermedad.
Luego, según explicó el doctor, se pasa a la fase de fibrosis, en la que el virus ha destruido las células, estas no pueden cicatrizar, forman un tejido fibrótico que permanece en el hígado sin realizar ninguna función y esa fibrosis sigue evolucionando y puede producir cirrosis hepática entre el 10% y 15% de los casos.
Esa evolución maligna significa que el hígado está casi destruido y, por eso, Cañadas insistió en la importancia de realizar un diagnóstico precoz y rápido para evitar que la patología avance.
kal