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El biólogo José Sarukhán Kermez, Premio Tyler 2017, criticó el proyecto del muro de Estados Unidos porque, además de limitar el paso de la gente, bloquea el libre movimiento de la fauna de la zona, por lo que para algunas poblaciones podría significar la extinción.
Luego de recibir la presea por su labor en favor de la biodiversidad, el científico rompió el protocolo en la ceremonia y aprovechó para criticar la política del presidente de Estados Unidos, Dondald Trump, y específicamete el muro que pretende levantar en la frontera con México.
Aseveró que dicha acción es una amenaza contra la ciencia colaborativa y la biodiversidad de esa región, ya que especies como los jaguares “no podrán moverse libremente en sus territorios originales y si esta pared de disparate se construye llevaría al aislamiento genético”.
Por otra parte, ante la actitud de la nueva administración estadunidense de desconocer la existencia de fenómenos como el cambio climático, el ecologista llamó a los ciudadanos “a no quedarse en silencio cuando las personas en posiciones de poder ignoran evidencias científicas abrumadoras”.
El exrector de la UNAM reconoció la influencia importante de la ciencia en la formación de las oportunidades económicas y el avance de la democracia en Estados Unidos, sin embargo señaló también cómo esa influencia ha estado siempre a merced de los responsables políticos.
"La gente en posiciones de poder ha escrito y descartado leyes y regulaciones durante mucho tiempo, pero ninguno de nosotros tiene el poder de reescribir las leyes de la naturaleza que gobiernan el proceso de la vida y su evolución en este planeta. Poner la cabeza en la arena no es una opción”, subrayó.
El coordinador general de la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio) reconoció que "la vida ciertamente no va a desaparecer, no importa cuánto ignoremos las evidencias de lo que estamos haciendo y cuántas políticas públicas adoptemos sin sentido”.
Aseguró que por encontrase en todas partes la vida evolucionará y se restaurará en nuevas formas y condiciones, como lo ha hecho durante eones, sin embargo las condiciones para la vida humana estarán muy por debajo de lo que la mayoría considera como digna.
Reiteró que el consumo de la productividad renovable del mundo ha aumentado tan despiadadamente “que estamos consumiento la herencia de generaciones futuras”.
Como resultado de ello, la pérdida de los ecosistemas que hacen posibles los servicios ambientales que "recibimos y los beneficios intangibles que nos han enriquecido" es irreversible.
Por lo anterior instó a los científicos a evitar quedarse en el silencio y velar por la biodiversidad a la que tanto se le debe.
jpe