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Uno de los vídeos de naturaleza más sorprendentes de los últimos días no forma parte de ningún documental de animales pero ha logrado sorprender al mundo por mostrar la naturaleza animal en estado puro: Una serpiente regurgitado a otra serpiente viva.
Christopher Reynolds, un ciudadano de Newton, Texas, se encontró con una escena de lo más peculiar cuando volvía de dar un paseo con su mujer: una serpiente algo indispuesta comienza a vomitar a su presa que, para asombro de los presentes, se trata de otra serpiente de similar tamaño y aspecto.
Con su cámara en la mano, Christopher comienza a grabar y cuelga el vídeo en YouTube y sus redes sociales e Internet lo convierte en viral.
Que una serpiente se coma a otra serpiente no es algo fuera de lo común. En el caso de los ofidios existen algunas especies que son capaces de apresar y devorar a otras serpientes constrictoras más grandes que ellas, incluso.
En el vídeo no se ve el momento en el que se la come, pero sí el momento en que la expulsa de sus fauces poco a poco. El propio Reynolds sugiere que su presencia haya podido asustar a la serpiente y que eso provocara que expulsara su comida; una teoría que no va desencaminada, según recoge National Geopraphic. Las serpientes vomitan como mecanismo de defensa, tal y como apunta Kenney Krysko, herpetólogo y encargado de la colección en el Museo de Historia Natural de Florida. Las serpientes no mastican y necesitan tiempo para digerir los alimentos ingeridos.
Sea como fuere, el caso es que para la serpiente presa fue un día de suerte, sin duda.
jpe