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En México, al igual que en otros países, la urbanización mal planeada y la sobrepoblación han afectado de manera importante la diversidad biológica, afirmó Antonio Alfredo Bueno Hernández, profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM.
Nuestro territorio cuenta con gran cantidad de formas biológicas y eso lo convierte en uno de los centros más importantes de biodiversidad en el mundo. Tenemos más de mil especies de aves (mil 96), que representan 11.82% de todas las del planeta, y en reptiles poseemos también una gran riqueza, con 804 especies (9.76%).
No obstante, en la Ciudad de México hay casos de extinciones locales, es decir, especies que tienen una distribución determinada y puede haber partes de esa área donde ya no existen. Esto se debe básicamente a “que vivimos un proceso de urbanización que ha afectado la flora y fauna nativas, y este impacto no sólo se ha dado aquí, sino en todo la Tierra”, remarcó el biólogo.
En ocasión del Día Internacional de la Diversidad Biológica, que se conmemora hoy, 22 de mayo, el universitario apuntó que el cambio del uso del suelo puede impactar en menor medida en ciertas especies, normalmente las generalistas, aquellas que se adaptan bien a las nuevas circunstancias, como las tortolitas, los gorriones, los zanates y las palomas.
Se ha visto que responden diferencialmente a ese proceso, por ello no se eliminan por completo; además, las áreas verdes sirven de refugio a la fauna silvestre, e incluso a la que no lo es. Entonces, si la urbanización se hiciera con cierta planeación y se considerara que debe haber espacios destinados a áreas verdes y jardines, se mitigaría el efecto negativo del cambio de uso del suelo, subrayó el también presidente de la Academia de Biología Comparada.
Cuando el desarrollo urbano es desorganizado, el grado de afectación puede variar, dependiendo de cada especie, de su movilidad, su capacidad de migración y de la cercanía o lejanía de otras zonas similares a su hábitat, precisó.
La educación ambiental, indispensable
Ante el panorama, Bueno Hernández consideró que hace falta emprender programas de educación ambiental para toda la población, que promuevan el conocimiento y cuidado de la biodiversidad.
En términos generales, la gente aún no sabe de la importancia de nuestra riqueza, por lo que debemos fomentar ese conocimiento desde los primeros ciclos educativos.
La biodiversidad debe apreciarse a través de vivencias, no tanto de conceptos y libros. Desde esa perspectiva, propuso que los niños visiten lugares como el Ajusto, los Viveros de Coyoacán o Chapultepec, y ahí sean guiados por especialistas para obtener información amplia e ilustrativa.
“Los adultos también podemos cuidar la biodiversidad con nuestras acciones diarias, como consumir menos energía, producir menos basura o evitar usar el carro. De igual manera, debemos actuar contra la deforestación y la desertificación, que han sido la causa de la pérdida de muchas especies”, concluyó.
Nuestra diversidad en cifras
Según la página Biodiversidad mexicana, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), en el planeta se han descrito más de un millón 729 mil especies, y se calcula que puede haber 10 millones o más.
México cuenta con 108 mil 519 especies de animales, plantas y hongos: 535 de mamíferos (12.21 por ciento de todas las que existen en el mundo); mil 96 de aves (11.82 por ciento); 804 de reptiles (9.76); dos mil 692 de peces (9.62); cinco mil 579 de arañas y alacranes (seis por ciento); 47 mil 853 de insectos (5.23); 318 de medusas y corales (3.18); 268 de esponjas (4.87).
Además, 19 mil 65 especies de magnolias y margaritas (9.56 por ciento de todas las del planeta); 150 de cicadas y pinos (15.31); mil 67 de helechos (8.19); dos mil 702 de algas (10.01) y siete mil de hongos (10 por ciento), entre muchas otras.
jpe