Próxima b, el planeta de tamaño terrestre que circunda nuestro sistema estelar vecino a 4 años luz, puede ser habitable, según astrofísicos y meteorológos liderados por la Universidad de Exeter.

Utilizando el modelo unificado Met Office Unified Model, que se ha utilizado con éxito para estudiar el clima de la Tierra durante varias décadas, el equipo simuló el clima de Proxima B si tuviera una composición atmosférica similar a nuestra propia Tierra.

El equipo también exploró una atmósfera mucho más simple, que comprende nitrógeno con trazas de dióxido de carbono, así como variaciones de la órbita de los planetas. Esto les permitió comparar y ampliar estudios anteriores.

Esencialmente, los resultados de las simulaciones mostraron que Proxima B podría tener el potencial de ser habitable, y podría existir en un régimen climático notablemente estable. Sin embargo, mucho más trabajo se debe hacer para realmente entender si este planeta puede apoyar, o de hecho apoya la vida de alguna forma.

La investigación se publica en la revista científica Astronomy & Astrophyics, en su edición del 16 de mayo de 2017.

Ian Boutle, autor principal del artículo, explicó: "Nuestro equipo de investigación examinó una serie de escenarios diferentes para la probable configuración orbital del planeta usando un conjunto de simulaciones, así como examinar cómo se comportaría el clima si el planeta fuera 'bloqueado' (donde un día tiene la misma duración que un año). También observamos cómo una órbita similar a Mercurio, que gira tres veces sobre su eje para cada dos órbitas alrededor del sol (una resonancia 3: 2), afectaría el entorno".

"Una de las principales características que distingue a este planeta de la Tierra es que la luz de su estrella está principalmente en el infrarrojo cercano." Estas frecuencias de luz interactúan mucho más fuertemente con el vapor de agua y el dióxido de carbono en la atmósfera, lo que afecta al clima que emerge en nuestro modelo ".

Usando el software de Met Office, el modelo unificado, el equipo encontró que las configuraciones de resonancia tridimensional y 3:2 resultan en regiones del planeta capaces de albergar agua líquida. Sin embargo, el ejemplo de resonancia 3:2 dio lugar a áreas más sustanciales del planeta que caían dentro de este rango de temperatura.

Además, encontraron que la expectativa de una órbita excéntrica, podría conducir a un mayor aumento en la "habitabilidad" de este mundo.

Nathan Mayne, responsable científico del modelado de exoplanetas en la Universidad de Exeter y autor del artículo, añadió: "Con el proyecto que tenemos en Exeter estamos tratando no sólo de comprender la diversidad algo desconcertante de los exoplanetas que se están descubriendo, sino también ampliar nuestra comprensión de cómo nuestro propio clima es y evolucionará".

jpe

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