Investigadores de la Universidad de Texas Medical Branch, Galveston, Estados Unidos, tenían curiosidad por saber si en las películas las características dermatológicas contrastan con el perfil del bien y el mal de héroes y villanos.

Para el estudio, que ha sido publicado en JAMA Dermatology, usaron los 10 mejores héroes y villanos de la lista de los 100 Mejores Héroes y Villanos del Instituto de Cine Americano (AFI, por sus siglas en inglés). Para cada uno de los 20 personales de la lista AFI, se evaluaron las características dermatológicas a partir de películas en color o versiones en color de la película original en blanco y negro. Se empleó el cartel de la versión en color si no había una versión en color disponible de la película.

Los autores identificaron y compararon hallazgos dermatológicos para famosos héroes y villanos de película, entre ellos el doctor Hannibal Lecter (El silencio de los corderos, 1991), el Sr. Potter (Es una vida maravillosa, 1947), Darth Vader (The Empire Strikes Back, 1980), la Reina (Blancanieves y los siete enanitos, 1938); Regan MacNeil (The Exorcist, 1973) y la Bruja Mala del Oeste (El Mago de Oz, 1939).

Seis de los 10 principales villanos, el 60%, tienen los siguientes problemas dermatológicos: alopecia (pérdida de pelo), en el 30%, entre ellos, el doctor Lecter, Darth Vader y el Sr. Potter; hiperpigmentación periorbital (círculos oscuros bajo los ojos), también el 30%, que son Darth Vader, Regan MacNeil y la Reina); arrugas profundas en la cara, en el 20% de los villanos, como Darth Vader y la Reina; múltiples cicatrices faciales, también el 20%, esto es, Darth Vader y Regan MacNeil; verrugas en el cara, otro 20%, como la Bruja Malvada del Oeste y la Reina, y rinofima (nariz bulbosa), un 10%, la Reina de Blancanieves.

Mientras que seis villanos de película tenían trastornos dermatológicos en su cara, solamente dos héroes de la película presentaban alguna característica de este tipo: Harrison Ford como Indiana Jones en En busca del arca perdida (1981) y Humphrey Bogart como Rick Blaine en Casablanca (1943) tenían cicatrices faciales. Sin embargo, los autores observan que las cicatrices faciales de los héroes suelen ser más sutiles y más cortas que las de los villanos.

"Los resultados de este estudio demuestran la tendencia de Hollywood a describir la enfermedad de la piel en un contexto maligno, cuyas implicaciones se extienden más allá de la ficción", dicen los autores. A su juicio, esta selección injusta de minorías dermatológicas puede contribuir a una tendencia a los prejuicios en nuestra cultura y facilitar la incomprensión de personas con enfermedades patológicas particulares.

jpe

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