La iniciativa internacional que persigue la obtención de la primera foto de un agujero negro terminó su periodo de observaciones. Y ahora se revisarán los datos obtenidos. No hay una fecha definitiva para la publicación de los resultados.

El Event Horizon Telescope (EHT) observó durante cinco noches los cielos, a través de una red de telescopios instalados en todo el mundo y que por primera vez incluyó al radiotelescopio ALMA, instalado en el norte de Chile.

Esta participación es de particular importancia, ya que según National Geographic, las 66 antenas del observatorio ubicado en el desierto chileno de Atacama multiplican por 10 la agudeza del EHT.

ALMA anunció a fines de marzo su participación para el periodo de observación que se realizaría entre el 5 y el 14 de abril, aunque debido a las condiciones climáticas que afectaron a las distintas zonas que albergan los telescopios finalmente se hicieron cinco jornadas de estudio que terminaron este martes 11.

La coordinación de la observación requirió amplios esfuerzos, debido al gran espacio que cubrían los distintos telescopios, instalados en Estados Unidos, México, Hawái, Irán y el Polo Sur, además de Chile. Todo esto fue coordinado desde el Haystack Observatory del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, la misma entidad que recibirá a partir de ahora los 1.024 discos duros con los datos recabados durante el periodo de trabajo.

¿Qué busca el EHT? La primera imagen de agujeros negros, que -según la teoría- están al centro de cada galaxia.

Hasta ahora nunca han sido observados. Específicamente, se persigue una imagen del horizonte del evento, el borde del agujero negro que se podría ver como una línea de luz alrededor de un círculo negro.

La observación se centró en dos agujeros súper masivos: Sagittarius A*, ubicado en el centro de la Vía Láctea y que tiene una masa equivalente a cuatro millones de veces la de nuestro Sol, y otro 1.500 veces más pesado que está en la galaxia cercana M87.

Hasta ahora no se sabe si las imágenes efectivamente se obtuvieron. Para ello se deberá realizar un trabajo de análisis que durará meses y que aún no tiene una fecha estimada para una potencial publicación de resultados. La labor se hace más compleja al considerar que la cantidad de datos obtenidos es tal que no pueden ser enviados de manera digital, por lo que los más de mil discos duros deben ser entregados físicamente. Y debido al invierno en el Polo Sur, los de ese observatorio no podrán salir de ahí hasta octubre.

"Incluso si las primeras imágenes son malas, ya podemos probar por primera vez algunas predicciones básicas de la teoría de la gravedad de Albert Einstein en el ambiente extremo de un agujero negro", indicó Heino Falcke, astrónomo de la Radbound University en Holanda a National Geographic.

jpe

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